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Con esta firma ante notario, la ciudad de Cabra se convierte en propietaria de un patrimonio cultural e histórico de gran valor que ya fue declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) hace apenas un año. Con esta compra se podrán realizar los trabajos oportunos encaminados a recuperar los restos arqueológicos que se mantienen en la ubicación original y continuar con la recuperación de una zona que ha sufrido un abandono permanente desde que los elementos artísticos de la misma pasaran al museo arqueológico.
La Villa del Mitra de Cabra es una de las treinta villas romanas andaluzas que se encuentran protegidas o intervenidas en el patrimonio cultural de nuestra comunidad autónoma. Fue descubierta en 1952 a partir del hallazgo de una estatua de Mitra, hoy conservada en el Museo Arqueológico de Córdoba, de la que toma su nombre, pero no será hasta veinte años después cuando se excava por primera vez, dejándose al descubierto parte de la planta. En todo este tiempo, sólo ha sido objeto de una excavación más, en 1981.
De ambas campañas de excavación se puede deducir que se trata de una gran casa del Bajo Imperio, en concreto una villa de peristilo, y dentro de esta en villa
de peristilo con ambientes de recepción, ya que presenta el espacio central de un patio columnado, y en torno a él partían diversos pasillos. Sólo se conoce una pequeña parta de la villa, correspondiente a la parte central de la pars urbana, que nos muestra la gran riqueza que debió poseer su dueño.
En su construcción se identifican dos fases: una primera, en la que el patio es de forma rectangular con ocho columnas que sustentaban la techumbre del
pasillo. Y en el centro se encontraba un estanque de un metro de profundidad. Más tarde, en otra fase, el patio se remodela, y se delimita el estanque por un murete rematado en albardilla. Abriéndose posteriormente en una época posterior nichos semicirculares en los lados menores del estanque para colocar las estaturas de Mitra y Dionysos. Cronológicamente la villa se construye a finales del s. III d. C. y se prolonga hasta finales del IV o principios del s. V d. C.
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