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La profesora del departamento de Educación del Ure Museum of Greek Archaeology de la Universidad de Reading (Inglaterra), Claudina Romero, ofrecía una interesante conferencia sobre la tauroctonía de Cabra en la que señalaba que "estamos ante una escultura que quiere imitar a las de los mitreos de la metrópoli a pesar de encontrarnos con ella en una población menor del imperio romano".
La profesora Romero aportaba imágenes y datos que inciden en la importancia de esta escultura de Mitra de Cabra como el reflejo de una élite de la antigua Igabrum que no solo profesaba culto a Mitra sino que intentaba hacerlo como en la propia Roma o en otras ciudades importantes del Imperio. Datada en torno a finales del siglo II d.C. por las formas e iconografía, también aportó algunos elementos singulares pues se trata "de uno de los pocos ejemplos de esculturas de bulto redondo donde Mitra coge al toro por los orificios nasales con la mano derecha y con la izquierda sujeta el harpe y la oreja del animal al mismo tiempo".
En sus palabras señaló que habría que revisar los estudios previos, al menos en lo que se refiere a que han intentado restar calidad a la escultura priorizando los elementos simbólicos de la religión mitráica presentes en este Mitra de Cabra. De hecho señaló que para poder centrarnos en estos elementos habría que contar con una "biblia mitráica" pues solo tenemos la posibilidad de comparar la escultura con otras similares, entre las que destacan sobre todo las del Museo Británico de Londres o las de los Museos Vaticanos, con las que la de Cabra conforma un trío muy similar en cuanto a iconografía y simbolismo.
Que apareciera en una villae junto a otras esculturas que no parecen tener relación con el hecho religioso que daría origen a la pieza - Baco, Eros dormido o Niño con liebre - permite intuir, según palabras de la conferenciante, que se ubicara allí tras haber formado parte de un lugar ceremonial que, tras perder su uso, pasa a engrosar otra estancia como obra de arte ya separada de su uso religioso.
Otra de las conclusiones que ofrecía la profesora Romero era que las personas que encargaron esta pieza "de más valor artístico del que inicialmente se le atribuye aún no siendo de una taller imperial", buscaban no solo la imitación del culto de la propia Roma sino también el valor de lo clásico imitando la estatuaria del mundo griego.
Entre sus conclusiones finales, Claudina Romero dijo que no debemos "perder la fe en la posibilidad de encontrar en Cabra un mitreo e incluso que pudieran aparecer otras esculturas de bulto redondo que debieron estar presentes en Igabrum", refiriéndose de manera expresa a dos personajes portadores de antorchas, llamados Cautes y Cautópates, que podrían completar la iconografía de esta importante escultura que pone a Cabra en primer nivel en relación con los cultos mitráicos del Imperio Romano.
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