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Un reparto muy amplio, 22 personajes entre actores principales y secundarios, representaron la famosa obra de enredo, complicada en su comprensión, con gran altura interpretativa, en lo que lo más selecto de la nómina estelar del Aula de Teatro, hicieron una exposición de esta comedia tantas veces presentada en España, incluso el cine la ha filmado, en la que la trama deriva en su desarrollo a una comedia policíaca, al investigar la policía un asesinato, el de Dª Andrea, hermana de Felipe Arévalo.
Un argumento en el que figuran tres ladrones de poca monta y su antiguo jefe, traman robar en una casa en la que se celebra una fiesta. Estos son Daniel (Francisco Javier Sánchez), el Tío del Gabán (José Mª León), Castelar (José A. García) y la Pelirroja-Srta. Meri (Coque Martínez) ?en la obra original es un varón ?el Pelirrojo-. Se introducen en ella y hay un matrimonio, Felipe Arévalo (Rafael Rodríguez "Patillas"), elegantísimo, pues lleva hasta frac y su esposa Germana (Loli Ponferrada), que tienen una hija, Herminia (Isabel Díaz) ?su madre biológica es Teresa (Paqui Arroyo)- de la que se enamora Daniel y ella de él, sin saber que es un ladrón.
Una serie de peripecias, presentan a varios personajes, en el que casi todos quieren robar la caja fuerte de la casa, aunque les falla la clave al intentar abrirla. Esta caja está tapada como ocurre en todos sitios, con un cuadro, otro absurdo, que tiene una lámina preciosa de la ópera de Puccini "Manon Lescaut" del Teatro "alla Scala" de Milán.
Estos personajes, son los invitados a la boda de Herminia y Daniel, todos con sus problemas e intereses, entre ellos un "peso pesado" del Aula de Teatro, Lali Arnáiz, como Eulalia, encargada del servicio de la mansión. Tenemos al camarero Antón (José Mª Moreno) y a su pizpireta novia, la criada Adelcisa (Fátima Ponferrada). Hay más criados como Benita (María Tesías), (Fermín) Antonio J. González y (Evelio), Adrián Calvo, que siempre está bebiendo. En los invitados también hay una pareja pintoresca formada por el Dr. Laredo (Bernardo N. Fresnillo) que cuida a Felipe, su hija Lucía (Tani Ariza) y su esposa Monchita (Nani Chamizo) con un vestido muy "lírico" y el sombrero abombado, que nos "cantó" nada más y nada menos que un aria de la Reina de la Noche de la Flauta Mágica de Mozart, con sus "coloraturas" finales correspondientes, suficientes para llevarla a la cárcel, que lo pudo hacer Carrasquilla (Javier Sánchez) camarero, que en realidad era un policía que estaba allí para investigar la muerte de Dª Andrea, siguiendo la pista del asesino, que fue Díaz (Esteban Pulido) como descubrió. Y quedaban más invitados, Marifé (Aida León) y su novio Muguruza (Wellington Da Silva) y otro ladrón, Ríos (Malu Calvo), que huye y muere de un disparo al ser perseguido. ¡Qué enredo!¡Qué lío!
La obra fue representada en Cabra con toda serie de detalles y "gags", entre los que hubo unos interludios musicales, entreactos, a modo de baile, en el que figuraban todos los actuantes (actores-actrices) y una sorprendente "explosión" que causó en los espectadores un sobresalto inusitado.
Una vez más, un vestuario muy "ad hoc", llamativo, entre él, los repetitivos vestidos azules femeninos de las criadas, los elegantes de Germana y Herminia, la chaqueta roja de Daniel y Arévalo con frac y chaleco de lentejuelas, que corrió su confección a cargo de las actrices del Aula, Isabel Díaz y Tani Ariza.
El Equipo Técnico del Teatro resolvió con maestría la iluminación, sonido y escenografía siendo el atrezzo confeccionado por Antonio José González (aparato reproductor de sonido y caja fuerte). Hubo otros elementos en escena como un piano, dos silloncitos, una mesita con teléfono y al fondo se veía un jardín con sus correspondientes flores y hasta una jaula (no sé si tendría pájaro dentro)
Como siempre, la dirección escénica, diseño de escenografía y vestuario, así como la adaptación de la obra para su puesta en escena, estuvo a cargo de la actriz prieguense, Carmen Serrano Ceballos, que triunfó junto a sus huestes, en esta complicada obra, de más de dos horas de duración, que se hizo sin descanso.
Los muchísimos aplausos, silbidos (de los buenos) y bravos los hicieron el público puesto en pie y la tele local Atalaya TV filmó la comedia para su posterior pase en diferido.
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