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"Mis prisiones" de Silvio Pellico (Barcelona, 1843)
27.07.15 - Escrito por: Biblioteca histórica Aguilar y Eslava
Nuestro Libro de la Semana, titulado "Mis prisiones", de Silvio Pellico, tiene el aspecto físico de algunos de los ejemplares (muy pocos) que descansan en los anaqueles de la Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava: carece de pastas y los cuadernillos, cosidos con hilo en su encuadernación, están pendientes de pasar sus filos por la guillotina para los tres cortes de nivelación reglamentarios (cabeza, pie y delantera).
Sin embargo, el contenido de nuestro Libro de la Semana es sumamente interesante; cuenta las vivencias personales de su autor durante los diez años que pasó en la cárcel, al ser detenido y encarcelado por la policía de Austria, acusado de ideas políticas liberales contrarias al régimen imperial. Se añade a la novela un discurso dirigido a un joven italiano, "Deberes del hombre", que puede servir de catecismo moral para la juventud.
Silvio Pellico (Saluzzo, 1789; Turín, 1854), escritor italiano, fue amigo de Foscolo y frecuentó a Mme. de Stael, a Schlegel, a Thorvaldsen y a Byron. Obtuvo un gran éxito con la tragedia Francesca da Rimini (1814). Sus relaciones con los carbonarios motivaron su detención y condena a muerte (1820), pena que le fue conmutada (1822) por la de quince años de cárcel. Tras su indulto en 1830 escribe la mejor de sus obras: "Mis prisiones" (1832), relato del cautiverio que sufrió, y que traemos como Libro de la Semana. Es una edición impresa en Barcelona, en 1843, traducida del original italiano por J. Clausás.
Precede al relato una noticia biográfico-critica de Antoine de Latour, completándose con notas y aclaraciones históricas de Pedro Maroncelli, quien sería juzgado como carbonario y encarcelado junto a Pellico. Los carbonarios ("carbonari", en italiano) eran los miembros de una sociedad secreta, la Carbonería, que fue fundada en Nápoles a principios del siglo XIX en los tiempos de la ocupación napoleónica. Sus ideales combinaban el liberalismo con el nacionalismo.
Antoine de Latour justifica su reseña diciendo que se trata de un libro venido de Italia, de alta filosofía moral, en el que Silvio Pellico cuenta sus prolongados padecimientos en la cárcel de los "Plomos" de Venecia y en los calabozos de Espilberga, "sin permitir a sus labios el menor murmullo contra los jueces que le arrebataron tantos años de una existencia". En el primer capítulo nos indica la fecha de su detención y en la ciudad en la que se produjo: "El viernes 13 de octubre de 1820 me arrestaron en Milán llevándome en seguida a Sta. Margarita. Eran las tres de la tarde. Durante todo aquel día y otros más, hicieronme un largo interrogatorio, pero de esto nada diré...".
Considera la crítica que la narración es sentida y sincera, libre de odios y rencores, constituyendo un valioso testimonio histórico acerca de las ideas y costumbres que movían a los europeos en aquellos años. Su estilo es sencillo y directo, expresando sus juicios de forma imparcial. Para algunos la historia rezuma entereza y sentido cristiano de la vida: "El hombre tiene el deber de ser superior a la fortuna, y además paciente".
En su discurso "Deberes del hombre", Silvio Pellico manifiesta que, aunque lo escribió para una persona determinada, su publicación puede ser útil a la juventud en general. No se puede considerar un tratado científico, ya que no contiene profundas investigaciones sobre las obligaciones: "Me propuse tan solo enumerar los diversos deberes que al hombre ocurren en el sendero de la vida, invitar a recordarlos continuamente y a seguirlos con noble constancia". El brindis a la juventud de su patria lo hace con el más ardiente deseo de que sus palabras le exciten a la virtud y contribuyan a hacerle feliz.
En su discurso habla, entre otros temas, de la necesidad y valor del deber, del amor de la verdad, de la religión, de la filantropía o caridad, del amor a la patria, del verdadero patriota, del amor filial, del amor fraternal, de la amistad, del arrepentimiento y enmienda, del celibato, del honor a la mujer, de la dignidad del amor, de amores reprensibles, del matrimonio, del amor paternal, de las riquezas, del respeto a la desgracia, de la estima del saber, de la gratitud, del valor, de la alta idea de la vida y fuerza de alma para morir. Este alegato está traducido por M. Milá.
Las dos obras del volumen se encuadran dentro de la serie "Tesoro de autores ilustres", en su tomo VI.
BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA
Libro de la Semana:
Pellico, Silvio (1789-1854)
Obras en prosa / de Silvio Pellico. -- Barcelona : [s.n.], 1843 (Imprenta de Juan Oliveres)
XIV, [1], 304, [2] p., [1] h. de lám. ; 18,00 x 13,00 cm
Tesoro de autores ilustres ; Tomo VI
Enc. sin pastas
Contiene: Mis prisiones : memorias del autor ; Deberes del hombre / Silvio Pellico ; [la primera obra] traducidas del original italiano por J. Clausás ; las precede una noticia biográfico-crítica por A. de Latour ; y las completan notas y aclaraciones históricas de Pedro Maroncelli ; [la segunda obra] traducidas por M. Milá
H. de lám. grab.: "Marckl. del. sculp."
Otros responsables: Pellico, Silvio (1789-1854). Mis prisiones.
Pellico, Silvio (1789-1854). Deberes del hombre.
Clausás, J., trad.
Milá Fontanals, Manuel (1818-1884.), trad.
Latour, A. de, pr.
Maroncelli, Pedro, anot.
Oliveres, Juan, ed. e imp.
Lugar: España -- Barcelona
Sig. Top.: 2912
[201530asc]
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