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XIV CONGRESO GEOLÓGICO INTERNACIONAL EN CABRA (I). LAS BANDERAS NACIONALES.
02.09.16 - Escrito por: Pablo Luque Valle
 El año 2016 es el 90 aniversario de la celebración del XIV Congreso Geológico Internacional en España durante mayo de 1926. Como bien sabe ya el lector, entre las actividades, que es común en estas reuniones científicas, se organizaron distintas excursiones (antes, durante y después) por toda la geografía nacional (Andalucía, Asturias, Baleares, Castilla La Mancha, Castilla y León, Canarias, Cataluña, Madrid y País Vasco) e internacionales (Gibraltar y Norte de Marruecos); y, entre éstas, tuvieron a bien considerar, gracias a la labor de Juan Carandell, visitar Cabra y su Sierra el 14 y 15 de mayo, en su ruta de Córdoba y su sierra, campiña cordobesa, Torcal de Antequera, Loja y Sierra Nevada con ascensión a la cumbre del Veleta.
Este pasado mayo presenciamos y participamos de diversos actos conmemorativos de tal efemérides. Dio comienzo al año Carandeliano para el Instituto-Fundación Aguilar y Eslava. Sin duda alguna, de las atenciones más destacables de aquellos actos, enmarcados dentro de la X Semana de los Geoparques Europeos, fueron "Rememorando la Visita de los Sabios" y "La Cena de los Sabios" Cóctel Conmemorativo de la visita de los "sabios" del Congreso Internacional de Geología de 1926, que ofreció el Consistorio egabrense. Ambas se celebraron el 21 de mayo de este año. La primera, en jornada de mañana, tratándose de un senderismo interpretativo desde el Centro de Interpretación del Tren del Aceite hasta el mismo Picacho, donde los excursionistas fuimos recibidos por Banderas de diversas nacionalidades ordenadamente colocadas en el Balcón de Andalucía o, quizás... Mirador "Juan Carandell". Rememorando igualmente el recibimiento que tuvieron los "sabios" en su visita a la sagrada montaña el 15 de mayo de aquel año. La segunda, se produjo en jornada de noche en el patio porticado del IES Aguilar y Eslava, donde se recordó el banquete oficial que la noche del aquel 15 de mayo, el Ayuntamiento daba en honor a los congresistas. Entre la esmerada decoración (tal y como nos tienen acostumbrados esta institución en todos aquellos actos que allí se celebran) atrajo la mirada de los asistentes las enormes Banderas nacionales que pendían de la balconada de la galería superior. Gesto que emulaba las Banderas que recibieron a los científicos en el Picacho de Cabra a su llegada el 15 de mayo de 1926. Efectivamente, no sólo era esa la intención, sino también eran las originales, los auténticos Pendones que en aquél entonces se expusieron. Maravillas que aún tenían a buen recaudo la Real Archicofradía María Santísima de la Sierra. Gracias por conservar estas reliquias de la historia egabrense. En total, un número superior a la decena de Pabellones nacionales, que guardan algunas curiosidades que hoy rescatamos.
Algo más allá de las 11 de la mañana del día 15 de mayo de 1926, al terminar la función religiosa de la Romería de los Hortelanos, que se celebraba aquel mismo día, unas doce mil personas se situaron en el cortado lado de los Lanchares, por donde los científicos se acercaban a los lomos de sus cabalgaduras. Cuando éstos se situaron en el vistoso caracoleo de las revueltas, el Hermano Mayor (Manuel Mora Aguilar) dio orden de izar las Banderas de los 13 países. Momento que debió ser extremadamente emocionante. Los Pendones estaban repartidos uno a uno en la entrada al picacho desde el camino de las revueltas, justo antes de la puerta metálica, y no en el mirador circular que corona esta cumbre; "en primer lugar ondeaba el pabellón español, a la derecha la bandera de Cuba; las demás banderas se distribuyeron en ambos lados de la entrada de la cerca. // Cuando comenzaron a llegar los excursionistas extranjeros, el público formó calle; se oían aplausos y vivas a los Sres. Del Congreso geológico. Las Srtas. Agitaban los pañuelos, ellos saludaban y se descubrían, dando vivas a España y a Cabra. // En la puerta de la cerca estaba el Hermano Mayor y don Antonio Lama, recibiendo a los excursionistas.... // Antes de entrar en la cerca, los extranjeros llegaban al pabellón de su nación y se descubrían y saludaban, alguno de estos besó su bandera" (La Opinión, nº 740, 23 de mayo de 1926, p.3).
Aquella esmerada puesta en escena, estuvo precedida de un gran y arduo trabajo de la Comisión Organizadora en el propio Santuario: Luis Leña Lama, Joaquín Tezanos, Jaime Gálvez y José Mora Almagro (La Opinión, nº 737, 2 de mayo de 1926). El libro de honor de la Real Archicofradía María Santísima de la Sierra, joya patrimonial, hoy expuesto en el Museo Aguilar y Eslava en la muestra "El Archivo del Paisaje. Juan Carandell -geógrafo, geólogo y docente-", se puede leer lo siguiente: "El día 2 de abril de 1926 Viernes santo, subimos a la Sierra a ultimar los detalles de la recepción de los congresistas del XIV congreso geológico internacional que visitaran esta montaña y santuario el día 15 de mayo venidero. Pedro de Novo. Ingeniero de minas; de la Comisión organizadora. Manuel Mora Aguilar" o "El día 12 de Mayo de 1926 estuvimos haciendo los últimos preparativos para recibir a los excursionistas del XIV Congreso Internacional de Geología. Luis Leña, Joaquín Tezanos, ¿Mariano? Caballero". Este álbum conserva en su interior una obra pictórica alegórica al encuentro científico, digna de exposición. Cuyo autor lo descubrimos en la prensa local.
Gracias al semanario La Opinión conocemos interesantes detalles de las Banderas. El número, sus dimensiones, los colores y diseño de las telas, el lugar dónde se cosieron y, por último, las artistas que dibujaron los escudos y el autor del blasón del álbum:
Y en el tajo ondearán las banderas de las once naciones cuyos sabios integran esta excursión; las dimensiones de las banderas nacionales que se colocarán en el tajo son las siguientes: largo 3 metros 50, por 2-10 de ancho.
Como la mayoría del público desconoce los colores de las once banderas que ondearán en el tajo, daremos lijera [sic] reseña de la forma y de los colores de ellas.
España; Una tira apaisada amarilla y dos encarnadas con escudos en el centro; de Cabra y de España.
Inglaterra; Encarnada, y en el ángulo superior izquierdo, cuadro con 8 radios rojos sobre fondo azul.
Cuba; Tres listas apaisadas azules, dos blancas y cartera roja, cuyo broche es una estrella.
Francia; Azul marino, blanca y roja.
Finlandia; Cruz azul marino, sobre fondo blanco broche rojo y un león amarillo.
Rumanía; Faja azul marino, otra amarilla y otra encarnada.
Suiza; Vistosa cruz blanca sobre fondo rojo vivo.
Noruega; Sobre fondo rojo vivo, se destaca una cruz azul, con festones blancos.
Checoeslovaquia: Faja blanca y encarnada con cartera angular azul marino.
Estados Unidos del Norte de América: Siete tiras apaisadas rojas, siete tiras blancas y cuadro azul en el ángulo superior izquierdo, sobre el que van 48 estrellas blancas.
Alemania: Colores en tiras apaisadas, negro, blanco y rojo.
Las banderas que se han de colocar en el tajo, balcones y ventanas del Santuario, se están haciendo en casa del Hermano mayor de la Virgen de la Sierra; y los escudos nacional y el de Cabra que la bandera española ha de llevar en el centro de la tira amarilla, lo está pintando desinteresadamente la distinguida señorita Eulalia Ravé y Ruiz de Castroviejo, que a sus envidiables dotes de cantante, reúne la de ser una artista del pincel y del colorido.
El escudo nacional que lucirá la cubierta del albúm [sic] del Santuario; lo pinta desinteresadamente el joven don Rafael Alcántara Lama. (La Opinión, nº 737, 2 de mayo de 1926, p.2).
En total no fueron 11 Banderas, ya que a última hora se les sumaron dos naciones más: "En este balcón gigantesco y combinadas con arte, hondearán las 13 banderas nacionales, de cada una de las nacionalidades que tienen en esta excursión representantes. // Además de las banderas detalladas en el número anterior, habrá también las de Holanda y Hungría, que se han agregado a esta excursión;..." (La Opinión, nº 738, 9 de mayo de 1926, p.1).
Aquellos enormes Estandartes y el preciado Tomo, días antes de la científica visita, fueron recibidos en el Santuario: "Felicitación y reconocimiento. // Estando en el Santuario de la Sierra ocupados en los preparativos para recibir, lo mejor posible, a los excursionistas del XIV Congreso geológico internacional, abrumados por las múltiples dificultades con que tropiezan siempre los organizadores de fiestas solemnes en la montaña, llegan unos momentos de emoción que promovieron aplausos y vivas en el público que había en la Ermita. // Las causas de esos aplausos fueron la vista de tres obras de carácter pictórico que gustaron mucho a los fieles que había en el Santuario. // De la obra primera, es autora la distinguida señorita Eulalia Ravé y Ruiz de Castroviejo, que ha pintado con mucha habilidad y gusto artístico, el escudo nacional, y el de Cabra, en la faja amarilla de la bandera española de la Ermita. // En cuanto a la obra segunda, hace relación al lindo escudo de la bandera de Hungría, admirablemente pintado por la religiosa señorita Presentación Espejo Cruz, que se ha revelado en esta obra como artista de facultades. // Con respecto a la obra tercera, es el autor el joven don Rafael Alcántara Lama, que ha logrado en la hoja del album [sic] de la Ermita destinada al XIV Congreso geológico internacional, un triunfo artístico. // Fué [sic] un momento emocionante aquel en que llegaron al Santuario las banderas y el album [sic], en la tarde del 13 del actual, y fueron presentados a los albañiles, pintores, encaladores y demás fieles que había en el Santuario; los cuales aplaudían ruidosamente la perfección y gusto de obras de dichos artistas. // El Hermano mayor, muy reconocido, da las gracias a dichas señoritas, así como al joven don Rafael Alcántara, que además de poner sus envidiables facultades y sus talentos al servicio de la Virgen de la Sierra, le sacaron de un gran apuro mencionados artistas, porque si no hubiera sido por sus bondades, las banderas española, la de Hungría y el album [sic], no hubieran lucido escudos tan preciosos". (La Opinión, nº 739, 16 de mayo de 1926, p. 2).
Entre las treces Banderas expuestas, repararemos en cuatro de ellas. En la Bandera nacional, la artista egabrense Eulalia Ravé y Ruiz de Castroviejo, se permitió el acertado privilegio de incluir como "carga" el escudo nacional y el escudo local, ambos rodeados por una diadema de laurel rematado en su parte superior por la corona real. En Alemania, tras la declaración de la República Alemana, se designó como oficial la bandera negra, roja y dorada; no obstante, a partir de 1922 la bandera negra, blanca y roja fue reintroducida para representar a Alemania en las misiones diplomáticas en el extranjero. Que es la que se utilizó en Cabra. La denominada Bandera de Inglaterra, más bien quería representar al Reino Unido, se usó la de pabellón rojo en cuyo "cantón" presenta la enseña de la Unión Jack sin las líneas blancas que conforman la Cruz de San Andrés (que representa a Escocia), que le eran propias en ese año. En la de Hungría, presenta el escudo tradicional adornado con dos ángeles que fue oficial durante el periodo de 1867 a 1918, en el año que nos ocupa el pabellón oficial húngaro no figuraba los dos ángeles. Por tanto, éstas últimas muestran un error vexilológico.
El patio de la Casita Blanca también fue exornado "con banderas y gallardetes y la bandera nacional en todos los balcones; en el del Capellán se había izado además, la bandera de la Virgen de la Sierra" (La Opinión, nº 740, 23 de mayo de 1926, p.3). Pero, no solo la Ermita fue decorada por Banderas de las naciones representadas por los "sabios", sino también la Casa Consistorial durante la recepción oficial del pueblo de Cabra a los visitantes que se produjo en torno a las 19,00h del día 14 de mayo de 1926: "El palacio municipal, también estaba artísticamente engalanado y al lado de la bandera de España, estaban las de las doce naciones que venían representadas en esta excursión" (La Opinión, nº 740, 23 de mayo de 1926, p.2).
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