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La huella del arquitecto Luis Berges en Cabra
06.08.13 - Escrito por: Antonio Suárez Cabello
 El arquitecto Luis Berges Martínez (Guadalajara, 1891- Jaén, 1939) tuvo una corta vida pero fecunda en su actividad profesional. A Cabra le cupo el honor de que su arquitectura quedara reflejada en el monumento a Aguilar y Eslava y en la urbanización de la plaza que lleva el nombre del fundador del Colegio de la Purísima Concepción, convertido después en Instituto de Enseñanza.
Precisamente hace unas fechas, con motivo del acto conmemorativo del 400 aniversario de la realización de la extraordinaria portada del Centro Educativo, el licenciado en Historia del Arte Rafael Luna Leiva, en su explicación de la portada, nos daba una pequeña pincelada sobre el monumento a Aguilar y Eslava y la plaza donde se ubica.
El ilustre Luis Berges ha dejado obras (la mayoría de ellas en Jaén) que con el paso del tiempo han adquirido una mayor dimensión, convirtiéndose en referente de un tipo de arquitectura que refleja su excelente formación y su alta sensibilidad en el diseño y construcción de elementos plenamente armonizados en las tendencias del momento. En el monumento a Aguilar y Eslava, y en la urbanización del lugar en que se ubica, los recursos económicos condicionaron su realización, pero no la capacidad de Berges para producir la arquitectura, dejándonos una muestra de sus intuiciones creativas vinculadas a la dinámica de la ciudad y a la pervivencia en el tiempo. Podemos detenernos en la recoleta plaza y observar la plena armonía del lugar; eso sí, sin desviar nuestra mirada a la actual pavimentación.
La suscripción popular para el monumento se inició en el año 1929 y fue inaugurado el domingo 22 de octubre de 1933. El dinero total recaudado estuvo cercano a las diez mil pesetas. Luis Berges, el arquitecto, no aceptó cobrar honorario alguno por su trabajo, la generosidad era fruto de la gran amistad que profesaba a Ángel Cruz Rueda, lo que motivó su compromiso con este trabajo arquitectónico. El Ayuntamiento, según cuenta su hijo Luis Berges Roldán, regaló al arquitecto un ejemplar de la novela de don Juan Valera "Pepita Jiménez", obra ilustrada, cuyas pastas estaban cubiertas de cuero repujado, obra del gran artística y humanista cordobés Rafael Bernier. Un libro que los descendientes de la familia Berges atesoran con cariño.
La obra de Berges la podemos encuadrar en su apuesta por el clasicismo barroco, unas referencias historicistas que tuvo muy en cuenta en los años que se proyectó el Monumento, complementado con la urbanización del lugar en que se encuentra. Luis Berges, hijo, nos describe así la construcción:
"En este proyecto, que consta de planta, alzado y perfiles de cantería, Berges deja constancia del manejo de los recursos compositivos de su mundo clasicista, tan en uso en la ya lejana Escuela de Arquitectura, pero no por eso olvidado. Realizado en piedra pulimentada de Cabra, el monumento emerge de una lámina de agua, albergando en un vano de medio punto el busto en mármol blanco del mencionado Aguilar y Eslava [obra de Maíz Castro]. En una copia de los planos para el cantero se marcaron cotas y perfiles para su labra y montaje".
También habla Luis Berges Roldán, en su libro "Arquitecto Berges", de la cuidada urbanización de la plaza donde se ubica el monumento:
"Como se puede observar en el plano correspondiente, sus cuatro ángulos se destinaron a otros tantos arriates con bordillo de piedra, abarcando sendos bancos. El resto de la superficie se pavimentó en damero con losas de piedra caliza y canto rodado. El espacio resultante se limitó mediante sencilla baranda entre pilarotes de planta cuadrada labrados en piedra caliza, dejando entre ellos dos pasos abiertos".
Actualmente perdura de esta urbanización el trazado de los arriates (zonas ajardinadas que hoy están pavimentadas) y el cerramiento, igual al proyectado. El damero con losas de piedra caliza y canto rodado se ha transformado en un pavimento que está fuera de lugar en este entorno que transmite ciertas sensaciones de emotividad y sosiego.
La Opinión de Cabra (27.10.1933) recogía en sus páginas la solemnidad del acto de inauguración del monumento, en crónica firmada por "L". Un acto anunciado para las doce y media horas pero que tuvo que desarrollarse en el interior del Instituto, en el Patio de Cristales, ya que una pertinaz lluvia impidió que tuviese lugar en la misma plaza Aguilar y Eslava. Fue presidido por el alcalde republicano y diputado provincial Sr. Rojas López, siendo amenizado por la Banda Municipal.
El discurso de entrega del monumento al pueblo de Cabra (representado por su alcalde) lo realizó Ángel Cruz Rueda, director del Instituto y rector del Colegio de la Purísima Concepción, también presidente de los Antiguos Alumnos y de la comisión organizadora del homenaje, quien ensalzó la vida y obra de don Luis de Aguilar y Eslava. Dio las gracias al pueblo egabrense por su aportación económica y al arquitecto Luis Berges Martínez por su desinteresada colaboración. En la nómina de agradecimientos encontramos al marmolista egabrense Antonio Pastor, "por su fiel interpretación del proyecto", así como al joven escultor del busto del fundador del Colegio de la Purísima Concepción, Antonio Maíz Castro. No faltó el reconocimiento a los "Amigos de Valera" por la organización de un concurso literario para este homenaje. Finalizó su intervención Cruz Rueda dando las gracias "al actual Ayuntamiento republicano y a sus anteriores alcaldes por sus entusiasmos en la empresa y por haber urbanizado la calle Pepita Jiménez y la Plaza de Aguilar y Eslava". El orador recomendó el velar por el Monumento, puesto que representa el espíritu y la obra del ilustre clérigo Aguilar y Eslava.
También tomó la palabra el alcalde, Sr. Rojas, así como Antonio Lama y Méndez de San Julián, en nombre del representante del patrono de sangre señor Padura, y el recitador González Marín que leyó una poesía de Juan Soca ("La lección del sembrador"). Una vez entregado el premio del trabajo periodístico convocado por los "Amigos de Valera", y que recayó en Alfonso Santiago, todos los asistentes se desplazaron a la plaza Aguilar y Eslava para que el joven Adolfo Merino Marzo descorriera la bandera que cubría el busto de don Luis de Aguilar y Eslava. Hubo banquete en el Instituto-Colegio, organizado por los antiguos alumnos y, por la noche, una velada literaria en la que intervino con un recital poético González Marín.
La vida y obra de Luis Berges Martínez está recogida en un hermoso libro titulado "Arquitecto Berges 1891 - 1939", cuya autoría corresponde a su hijo Luis Berges Roldán, que ha contado con la colaboración de Pedro Galera Andreu y Rafael Casuso Quesada (Tinta Blanca, Jaén, 2006). Se trata de una edición bien documentada fotográficamente que he tenido la oportunidad de ver y leer gracias a los préstamos interbibliotecarios, por lo que agradecemos a la Biblioteca Pública Municipal Juan Soca su gestión en la localización del libro, y de forma especial al responsable José Pérez Muñoz.
Luis Berges Martínez, arquitecto del Ayuntamiento de Jaén y más tarde de la Diputación Provincial jienense, nos dejó en su estilo, según los expertos, esa mezcla de diseño moderno funcionalista con toques historicistas. Cabra, a igual que otros lugares, tiene la huella de su arquitectura reflejada en el patrimonio cultural de la ciudad, y además lazos de afecto en sus descendientes puesto que sus hijos Luis y Antonio Berges Roldán fueron alumnos del Instituto-Colegio Luis Aguilar y Eslava.
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