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Miradores de septiembre
10.09.14 - Escrito por: Rafael Valentín Villar-Moreno
 Habiendo hecho la pausa correspondiente al mes de Agosto, retomo estos Miradores, cuando la tranquilidad del Picacho, se vuelve desazón en estas alturas. Su natural Señora se halla de visita en Cabra, y los miradores contemplan con añoranza la torre de la Asunción.
Miradores que deberían ser en alguna forma reflejo de lo acontecido antes de que Nuestra Patrona abandonara el Santuario. Pero como no me gusta opinar de lo que no conozco de primera mano, me limitaré en lo que los cargantes cronistas deportivos denominan "la previa", a felicitar al Pregonero doctor Plata Rosales, por su brillante disertación, que conozco gracias a la repetición del pregón por los medios informativos.
Felicitación extensiva a la Reina y su corte. Personalmente reitero que no me gusta el tema de convertir a las mujeres en floreros, pero nobleza obliga y un concepto algo trasnochado como lo puede ser la galantería, no puede ser marginado por el hecho de que a mí no me guste el fondo machista que subyace en esta costumbre, que más pronto que tarde, será sin duda adaptada a la realidad del siglo XXI.
Juan Ramón Jiménez, y antes San Juan de la Cruz, nos dijeron "no tocarla más, que así es la rosa". Bueno, pues sin ponerme para nada ultramontano, ni en plan cabreño, cosa que sería peor. Reivindico que las tradiciones que conforman nuestro patrimonio, no sean alteradas de forma caprichosa (si es que queremos conservarlas). No me parece que aflamencar la Salve popular en la Plaza de España, sea una manera de conservarla en su esencia. La intérprete estuvo a un aceptable nivel artístico, y no reprocho para nada las formas, aunque si el fondo. Nuestra envidiable AIM, también tocó algo que no pude identificar, en ese lugar. Desde luego no eran ni las Coplas, ni el Himno de la Coronación.
Hay cosas que no se pueden conservar si se van alterando. Diferente es que la AIM en una procesión extraordinaria, -lo extraordinario por su propia naturaleza no crea precedentes-, le pueda tocar a la Virgen desde Macarena, de Cebrián a Suspiros de España, si les apetece. Pero en mi opinión en cuestiones de acompañamiento musical ni el día 4, ni el 8 admiten pegotes.
En el aspecto positivo hay que apuntar la desaparición de los "lanceros bengalíes", y la seriedad que los costaleros le van confiriendo a esta procesión solemne, hasta donde yo vi, ni una estridencia, ni una voz de más. Muy bien.
No tendré la osadía de opinar sobre "el real", ni a mediodía ni de noche. Ya que no lo pisé. Así que me despido de estos Miradores, hoy huérfanos de la Señora de la Sierra. Espero que en el próximo mes, y salvo caprichos de la meteorología, cuando estas líneas se escriban, la Virgen esté en su Ermita, y esta altura no resulte solitaria.
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