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Sonetos adolescentes
27.08.20 - Escrito por: Antonio Serrano Ballesteros
7
En mi corazón no mires de prisa,
que no quiero ganar ni ser ganado.
Hasta rebosar, quiero amar colmado
en la limpia amplitud de tu sonrisa.
Amar sin condición, que de esta guisa
gananciales haré del culto dado,
si por fortuito azar de enamorado
la ganancia de amor es indecisa.
Desnudo quedo: ven; riqueza tienes
para cubrir lo mucho que me falta,
porque, viviendo amor, sobran los bienes.
¿Riqueza buscas?: ten; nunca más alta
diadema de laurel ciñó las sienes
de quien ofrece amor y en él se exalta.
8
En mi noche tu estrella vaporosa
alegra la insistencia del camino:
presencia de fulgor envuelto en trino
que evidencia con mano misteriosa.
Juego sin fin, va y vuelve más hermosa
su luz ebria de espacio peregrino;
va y viene, conmoción o torbellino,
aclarando mi senda tenebrosa.
¿Qué se puede pedir, y yo no pido,
a una estrella que en gracia se derrama?
¿Qué amante frenesí de amor rendido
no arriaría su enseña ante su llama?
No me quejaré al verme consumido,
estrella tan vivaz sin querer se ama.
9
No engañará a mi duelo tu belleza
ni al encanto que asiste a mi embeleso;
si mi libertad guardo estando preso,
lejos del placer muero en la tristeza.
Que al recrearse Amor con ligereza,
de fortuna pasmado me confieso:
pasiva sensación de ardid travieso,
turbio azar de pueril naturaleza.
Satúrame en tu vida aduladora
con el favor que embriaga, como antaño;
menoscabo de bien jamás desdora
la confianza que intenta sin engaño
confundirse en tu gracia seductora,
a la que a gusto voy, sabiendo el daño.
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