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Así lo explicaba el cronista oficial de la ciudad y redactor de La Opinión, Antonio R. Jiménez-Montes en la presentación de la restauración del conjunto del Cristo de las Penas de la archicofradía decana de la Semana Santa de Cabra. Un acto que tuvo lugar el pasado domingo 7 de diciembre de 2025, en la Iglesia de San Juan Bautista del Cerro, con la asistencia del consiliario y párroco de la Asunción, Emiliano Nguema; el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes; el alcalde de Cabra, Fernando Priego; la diputada provincial Sara Alguacil y la concejala egabrense Pilar López; el hermano mayor de la Vera Cruz, Fran Zurita y el presidente de la Agrupación, Bernardo Fresnillo.
Al acto no pudo asistir la restauradora Ana Infante, por problemas de salud, siendo su presentación realizada por el también restaurador, Fran Zurita, hermano mayor de la Archicofradía, que se encargo de comentar todo el proceso de recuperación y restauración del conjunto. Una importante actuación que ha contado con el patrocinio de la Diputación Provincial, a través de la convocatoria de subvenciones para el Patrimonio Cofrade de Córdoba y provincia y en el que se ha actuado para devolver al conjunto el estado original y las condiciones adecuadas de todas las imágenes y piezas del grupo. Estas tareas realizadas por la experta restauradora se han llevado a cabo desde el respeto a la obra original y con materiales y técnicas reversibles, como explicaba Zurita siguiendo el guion de Ana Infante. El resultado ha permitido también realizar una investigación en torno a la iconografía resultante de las limpiezas y reintegraciones llevadas a cabo, lo que ha permitido desvelar una iconografía totalmente distinta a la que se pensaba que representaba inicialmente la imagen.
En este sentido Antonio Ramón Jiménez señalaba que una vez visto el conjunto «muestra con desde su silencio, el secreto de una iconografía que lleva a afirmar que estamos ante un Varón de Dolores y no ante una Oración en el Huerto, lo que plantea nuevas perspectivas sobre este conjunto, cuestionando lo conocido y abriendo nuevas interpretaciones sobre esta obra del Tardobarroco».
En su presentación mostró algunas hipótesis sobre la iconografía del conjunto, que según Jiménez, estarían basadas en predicaciones y obras de la mística, como las de San Juan de Ávila o Sor María Jesús de Ágreda; con inspiración en la Visión del Cordero del Apocalipsis, en sermones de San Agustín y en algunos de los cánticos del Siervo del profeta Isaías. En esta línea mostró algunas representaciones iconográficas en las que se podría haber basado el escultor del conjunto, desde los grabados de Durero del s. XV del Varón de Dolores o de la Misa de San Gregorio, hasta algunos cuadros del círculo de Antonio del Castillo, del Museo de Bellas Artes de Córdoba, e incluso una representación, también en pintura, que se conserva en la parroquia de Santo Domingo y que podría proceder de otro templo egabrense. «La investigación está abierta - como señaló el cronista oficial-, y se va a profundizar para intentar acercarnos lo máximo posible a este interesantísimo conjunto que perteneció a una antigua y desconocida hermandad del Apocalipsis, siendo una variante del Varón de Dolores que ofrece una gran simbología, muy singular y casi única o muy rara desde el punto de vista de una iconografía procesional». Indicando para finalizar que «hay que afirmar que no es una Oración en el Huerto y que habría que recuperar su verdadero significado, su relevancia histórica y su carácter alegórico». Terminó con una frase de San Juan de Ávila en la que destacaba el calificativo de «Varón de Dolores que sabe de Penas».
A continuación intervinieron el alcalde, Fernando Priego, felicitando a la hermandad y a las personas que han hecho posible esta intervención y su estudio, y ofreciendo el apoyo del Ayuntamiento para continuar en esta línea de recuperación patrimonial que se está llevando a cabo por la Archicofradía de la Vera Cruz. Recordó en sus palabras que hace algunos años, también visitaba el Cerro con Salvador Fuentes para comenzar con la recuperación y restauración del camarín de la Virgen de los Remedios que también fue posible gracias al convenio entre Ayuntamiento y Diputación, por un lado, y el obispado y la propia cofradía por otro.
El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes comenzó igualmente recordando aquella importante y primera actuación para la restauración del camarín, aprovechando igualmente para contemplarlo in situ. Y su relación con el párroco con el también compartió alguna colaboración en la ermita del Calvario de Encinas Reales, donde se venera el Cristo de las Penas. Y destacó la importante tarea llevada a cabo por la restauradora Ana Infante y su equipo, así como la labor de recuperación de la historia que se había aportado, ofreciendo la posibilidad de publicación de un libro que recoja todo lo que se ofreció y que sería sufragado por la propia Diputación Provincial. Así mismo destacó el importante apoyo de la Diputación para la recuperación y mantenimiento del Patrimonio Cofrade y felicitó a la junta de gobierno por el trabajo de mantenimiento y recuperación de una iglesia tan singular como es la de San Juan Bautista del Cerro.
Cerraba el acto el párroco y consiliario, Emiliano Nguema, que se refirió a las intervenciones anteriores, destacando la singularidad del conjunto y la recuperación tanto material como histórico-artística que se está haciendo y agradeciendo al ayuntamiento y diputación la colaboración que prestan para que todas estas labores de conservación y mantenimiento se puedan llevar a cabo por las cofradías.
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