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APOSTAR SOBRE SEGURO
14.02.11 DESDE LOS MIRADORES - Escrito por: Rafael Valentín Villar-Moreno
En nuestra sociedad pocas cosas son capaces de sorprender. Los lugares comunes son tan manidos y los discursos tan previsibles que en muchas ocasiones, y sin mayor riesgo, se podría apostar sobre seguro. En la que ya va siendo mi lejana juventud, la apuesta por antonomasia cuando se estaba absolutamente seguro de ganar era la de “un mingo grande, relleno de pajarillos”. Hoy esta apuesta sería peligrosa además de ilegal. Peligrosa por la cantidad de metales pesados y otras porquerías que los pajarillos actuales aportan a la cadena alimenticia; ilegal, porque lo es la caza de estos insectívoros. Así que no cabe la apuesta, y es pena.
Se puede apostar sobre seguro a que si el Tribunal Supremo rechaza el nuevo partido de la izquierda vasca, será un acierto jurídico. Aunque si lo acepta, la cosa varia, entonces el culpable no será el Tribunal Supremo sino que lo será José Luis Rodríguez Zapatero. Y la legalización la prueba evidente de la negociación secreta del gobierno con Eta.
También puede apostar sobre seguro a que después del cierre del asador Guadalmina, otros establecimientos correrán la misma suerte, y a que sus dueños harán suyas las mismas ridículas razones del propietario del Guadalmina, con una extravagante teoría sobre el derecho de admisión, y su definición “ad hoc”, de lo que es un establecimiento público. En lo que yo no apostaría sería el sobre la naturaleza exacta de los consejeros áulicos que sin duda han tenido estas personas, -que seguro haberlos los ha habido-, ya que si todas las opiniones legales expresadas, desde los primeros momentos, por los más significados insumisos en sus declaraciones, son de cosecha propia, me quito el sombrero ante el elevado nivel de “abogacía de secano” existente en el sector de la hostelería.
Encuentro muy difícil que letrados de carrera aconsejen tan mal a sus clientes. Así que cuando todo haya pasado, y después de hacer todos los recursos legales a que tengan derecho, -faltaría más-, y alguno o algunos de estos insumisos se hayan visto, literalmente, con su vida arruinada, habrá llegado el momento de que se sienten y reflexionen: sobre la condición humana, sobre las promesas de boquilla, sobre “aunque yo te lo dije…, eras tú quien se podía perjudicar, y esas cosas se piensan…”, sobre a quien le han podido hacer “el caldo gordo” y porqué. En fin que para recaudar 25 millones de pesetas hace falta llenar muchas huchas y una enorme dosis de buena voluntad de la gente para llenarlas. Sobre todo en la situación económica actual, donde puede haber también otras huchas, con fines más necesarios, menos caprichosos y más sociales.
Se puede también apostar a que quienes hayan oído en “Los desayunos de TVE”, al portavoz económico del Partido Popular, señor Montoro, es difícil que recuerden a nadie más encantado de conocerse a si mismo que este señor. Su arrogancia para hablar de los salarios en la clase política roza el esperpento. Y encima hablaba en serio y convencido. Según sus teorías María Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy, ganarían en la empresa privada dos o tres veces, los 250.000 euros reconocidos por la señora Cospedal, y los 200.000 que se le suponen al señor Rajoy. De la forma más inmodesta del mundo ha largado que gracias a que estos políticos y él, se “sacrifican” en lo público la cosa puede marchar, ya que si deja en manos de “los otros”, o sea de las personas con un salario normal dentro de su profesión, especialmente los sindicalistas, ¡a que podemos aspirar!
Yo no lo sé, pero apostaría a que muchas personas “normales” dentro de su partido, con aspiraciones legítimas a ser alcaldes o concejales de su pueblo, habrán tomado buena nota, de lo que dice y “de cómo lo dice”, y puede que a esta hora se estén preguntando ¿qué estoy yo haciendo aquí?. Mucho cariño hay que tener a unos ideales para compartirlos con gente como el citado Montoro, Arias Cañete, o Mayor Oreja, quienes lo más provechoso que podrían hacer por estos honrados candidatos, sería tomarse un año sabático, en Filipinas por ejemplo, y desde allí votar por correo.
Al margen de apuestas me gustaría saber ¿Qué extraordinarios servicios pueden prestar a la sociedad, señores tan respetables como los Registradores de la Propiedad, que si no estoy mal informado, es la profesión del señor Rajoy, como para ganar 400.000 euros al año, más de 180.000 pesetas diarias, incluyendo festivos y merecidas vacaciones?
Espero no recibir una avalancha de mensajes de Registradores de la Propiedad diciéndome que ellos no ganan eso. Pueden quedar tranquilos, yo se que no lo ganan. Es más a cualquier español que esté deseoso de ganar una pasta gansa, le puedo recomendar que se haga controlador aéreo. O político del PP, pero de la Ejecutiva Nacional. Los “otros”, en palabras de Montoro, ni lo ganan, ni se lo merecen.
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