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En este encuentro con los alumnos narraron su experiencia personal como trasplantada de "corazón y riñón" ella y "donante vivo" él: cómo un trasplante te condiciona la vida, te la cambia y sobre todo, te permite vivir. Hay que ser muy generoso o querer mucho o las dos cosas a la vez para donar un órgano que, si bien no es imprescindible, sí es necesario para vivir.
De eso se trataba, de mostrar, de concienciar a la gente joven de que la generosidad es necesaria, tiene sus satisfacciones y de cómo podemos ayudar a otros a vivir donando nuestros órganos, en vida y sobre todo después de muertos, cuando a nosotros no los necesitamos, pero a otros les podemos dar la vida y vivir, un poco, nosotros en ellos.
Por otra parte hemos de tener en cuenta que cualquiera de nosotros, en cualquier momento de nuestra vida, podemos necesitar una donación de órganos, de tejidos o de sangre.
Contaba Mª Sierra como hasta los 28 años de edad tuvo una vida absolutamente normal, incidiendo en que cualquier persona puede necesitar algún día un trasplante de órganos o tejidos, fue a partir de entonces cuando detectó sus primeros síntomas, en 2004 fue trasplantada de corazón, en aquel caso de un donante anónimo, el pasado 15 de diciembre de riñón, procedente de su marido que no dudó en desprenderse para ella.
Aludía a que la donación es un acto de "dar vida", tanto al que recibe el órgano como a su entorno, puesto que no había día en su vida que no agradeciera y recordara a la persona y la inmensa generosidad de esa familia del donante de corazón, que en unos momentos tan duros fueron capaces de pensar en los demás y donar para que ella pudiera vivir.
José insistía en que para el donante no supone alteración alguna en su vida, sigue realizando las mismas actividades en su quehacer diario como lo hacía antes.
Comentaba, con satisfacción, la suerte que supone vivir en un país como España, que está a la cabeza en el ranking de países en trasplantes de órganos. Somos el país del mundo con más trasplantes y Andalucía la primera de España, lo que nos hace estar orgullosos de nuestra gente y su solidaridad. Pero hay que seguir haciendo cosas porque hay mucha gente esperando órganos para ser trasplantados y seguir viviendo. Por eso hay que concienciar en donaciones.
Explicaron el proceso para solicitar el carnet de donante. Que hay que comentarlo en el entorno familiar, puesto que si no lo permite la familia, aunque se posea carnet de donante, no se realizará la donación, salvo que la persona haya plasmado su voluntad en un testamento vital.
También mostraron su agradecimiento al personal sanitario que los ha acompañado en estos procesos, destacando su vocación y entrega. Al equipo de trasplantes del Hospital Reina Sofía en particular y a la Sanidad Pública en general.
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