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Está estructurada en tres apartados, cuyos contenidos se vinculan a la literatura y leyendas, a las excursiones al paraje cervantino llevadas a cabo en 1905 y 2005 con motivo del 300 y 400 aniversario de la publicación del Quijote y a la historia espeleológica, que recoge los descensos llevados a cabo al interior del "abismo". La exposición surge como una actividad cultural complementaria a la presentación del libro de Pablo Luque Valle titulado "La Sima de Cabra. Un abismo lleno de leyendas, literatura, eventos, naturaleza y espeleología", editado por el Grupo de Desarrollo Rural de la Subbética Cordobesa.
En el recorrido expositivo llamó la atención de los visitantes los libros: "Flos sanctorum: fiestas, i Santos naturales de la ciudad de Cordova" del padre Martín de Roa, obra en la que aparecen los mártires egabrenses San Rodrigo, San Witesindo y San Argimiro publicada en 1615, el mismo año que la edición de la segunda parte del Quijote, donde se nombra la sima de Cabra, y la primera edición del Quijote reproducida en facsímile por medio de la fototipografía, publicada por su inventor el coronel D. Francisco López Fabra (Barcelona, 1871-1873). La tirada fue de 1605 ejemplares numerados (año de publicación de la primera parte del Quijote). Los dos volúmenes llevan el número 217. Ambos libros pertenecen a la Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava, así como el resto de los expuestos.
También despertó la curiosidad: la vitrina dedicada a Juan Carandell, geólogo y catedrático de Historia Natural, con materiales legados por la familia a la Fundación Aguilar y Eslava; la dedicada a Miguel Moreno Olmedo, antiguo profesor del Instituto Aguilar y Eslava, quien organizó diversas exploraciones a cuevas de las sierras Subbéticas; y la dedicada al descenso llevado a cabo en 1683 por el joven egabrense Fernando Muñoz Romero para recuperar el cadáver de Pedro Ochoa, asesinado por pasiones viles.
La maqueta de la Sima de Cabra, ejecutada a escala por Francisco Galo Sánchez (su propietario), congregó el interés, ya que imaginariamente se podía penetrar en el interior de la misma. Hubo miradas para el casco utilizado por Antonia Vasco Cano en 1972, la primera mujer en explorar la Sima. En el Libro de Visitas, el director del Centro Educativo, Pedro Muñoz Arjona, aparte de señalar que la exposición está muy documentada, dejó escritas estas palabras: "La experiencia ha sido muy novedosa e ilustrativa. Enhorabuena a los que han hecho posible que conozcamos un poco más la historia y geografía de nuestra ciudad".
La documentación y objetos que se exhiben proceden de la Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava, del Archivo Histórico del Instituto-Fundación, del autor del libro "La Sima de Cabra" y de varios particulares y entidades que han facilitado el material que se expone.
La visita fue guiada por Antonio Suárez Cabello, quien junto a Pablo Luque Valle se han encargado de la coordinación de la misma.
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