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¡Cómo se ha volcado el pueblo de Cabra con nuestra Patrona la Virgen de la Sierral. En la Bajada del 24 de abril, en los actos organizados en diversos templos, en los traslados multitudinarios o en las visitas a las distintas iglesias donde desde la intimidad de la oración se acercan a la Virgen, las gentes de Cabra están demostrando su devoción y fervor por esta imagen milagrosa que, durante casi ocho siglos, ha recibido y recibe el homenaje de todo un pueblo y de numerosos devotos de otros muchos y diversos lugares. Precisamente esta devoción profunda, que a traves de la imagen de la Virgen de la Sierra, refleja la veneración hacia María de Nazaret, es la que ha hecho posible el merecido reconocimiento de la Iglesia Católica, otorgando la Coronación Pontificia a la venerada y sagrada imagen de la Divina Serrana.
El sentir de todo un pueblo se hace patente a través de las manifestaciones espontáneas y sinceras que los egabrenses y devotos de esta Paloma Blanca le han tributado durante siglos y continúan siendo una constante que hemos podido presenciar y vivir en los días de abril y mayo que la Virgen de la Sierra lleva entre nosotros. Calles engalanadas, banderas y colgaduras, homenajes constantes, masivos acompañamientos, las religiosas y los párrocos que la han recibido en sus comunidades, el apoyo del Ayuntamiento y las Cofradías, todos volcados con la Madre que será enaltecida con la distinción de la Coronación Pontificia y que vendrá a testimoniar en los albores de este siglo XXI que la honda esencia mariana de Cabra y su comarca sigue viva y perenne como raíz de un tronco cuyas ramificaciones se extienden por multitud de hogares donde la presencia de la Virgen de la Sierra es un foco permanente que ilumina y guía en el día a día de cada uno de los que se sienten hijos de tan especial Madre.
LA OPINIÓN, que nació para servir de cauce de la devoción sencilla hacia nuestra Madre de la Sierra y que durante más de setenta y cinco años, de la mano de sus directores y redactores, ha sido el Decenario de la Virgen de la Sierra, quiere ahora, con este especial acontecimiento que vamos a vivir en la tarde del 4 de junio, sumarse a esa trayectoria a favor de la devoción a la Patrona de Cabra con un número dedicado de manera especial a la Coronación Pontificia.
Sirva esta publicación como muestra del agradecimiento a tantas personas que, de una u otra forma han hecho posible, a lo largo del tiempo, llegar hasta el esperado día de la Coronación, ya sea desde la propia Archicofradía, Costaleros, santeros, cofrades, devotos y gentes sencillas que han ido sumando esfuerzos desde los más remotos hasta los más cercanos tiempos. A la vez que de homenaje sincero para cuantos lucharon para mantener viva llama del amor a la Virgen, a través de nuestra querida imagen de María Santísima de la Sierra.
Permítannos, amables lectores, que simbolicemos este reconocimiento en la figura de tres personas que de manera especial hicieron tanto por nuestra Patrona y que, junto a otros muchos, gozan ya de la presencia real de María en el Cielo, cuyos nombres quedaran grabados en los anales de la historia de la Virgen de la Sierra: el capellán don Diego Villarejo, el hermano mayor don Manuel Mora Mazorriaga y el santero don Domingo Sabariego, que fue llamado por la Virgen apenas había pasado por su puerta tras bajar de la Sierra el pasado 24 de abril.
Felicidades Madre de la Sierra y gracias por habernos hecho vivir tan intensamente este mes de mayo dedicado enteramente a Ti, permitiéndonos ser testigos del acontecimiento de Tu Coronación Pontificia.
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