|
Paseo por fuentes emblemáticas de Cabra
20.06.14 - Escrito por: Antonio Suárez Cabello
Un interesado y numeroso grupo de personas se dieron cita, la calurosa tarde del 14 de junio, en el salón del Parque Alcántara Romero para hacer realidad la convocatoria "Paseo por fuentes emblemáticas. Cabra, ecociudad del agua y la piedra", proyecto impulsado por Rafael Luna Leiva, José Fernández Álvarez y Antonio Suárez Cabello que ha contado con el apoyo, en su organización y patrocinio, de las Delegaciones Municipales de Cultura y Patrimonio y Educación. La idea de este proyecto surgió a raíz de las numerosas fotografías de fuentes que iban apareciendo en el facebook de "Cabra en el recuerdo", provocando la necesidad de tener un contacto "in situ" con este patrimonio cultural egabrense.
Además, el paseo ofrecía la oportunidad de crear conciencia en los participantes y poner de manifiesto la necesidad de protección y conservación de nuestras fuentes, emblema también de las señas de identidad de la ciudad. No cabe la menor duda de que para amar las cosas es necesario conocerlas, y ese era el objetivo fundamental de la iniciativa. En nuestra ruta tuvimos oportunidad de conocer estos monumentos y el entorno urbano en que se ubican, lo que hacía más atractivo el recorrido. En Cabra, la utilización de materiales de sus canteras para la construcción de esta arquitectura de agua y piedra dan un sello muy personal a las mismas.
En la actualidad, las fuentes tienen un carácter eminentemente decorativo y están vinculadas principalmente a la ornamentación de plazas, paseos o jardines públicos, quedando atrás su utilización como abastecimiento de agua a los habitantes y calmar la sed de sus animales. En "Cabra en el recuerdo" hemos visto recientemente fotos en las que personas y bestias comparten el líquido elemento procedente de la Fuente del Río, saciando su sed en el pilón y en el caño de agua.
Si antiguamente la fuente era un lugar que propiciaba las relaciones sociales de la comunidad (acarreo de cántaros y recipientes para el agua, contacto de mozos y mozas, etc., etc.) y constituía un marco ideal de convivencia, algo parecido sucedió entre los propios participantes a la ruta y nuestro cicerone, Rafael Luna, provocándose una verdadera empatía que nos hacía olvidar las altas temperaturas de la tarde-noche. Nuestro anfitrión, licenciado en Historia del Arte, de amena, sabia e inteligente conversación demostró su amplio conocimiento y puso de relieve el amor que siente a la ciudad, lo que le hace ser un auténtico erudito en la materia. En cada frase nos fue descubriendo los entresijos de muchas de las fuentes que encontramos en el camino.
Las elegidas en nuestra visita venían condicionadas por un trayecto que no fuese muy complicado, y que nos llevara desde el Paseo hasta el barrio del Cerro. Por estas calles y plazas transcurren muchas de las actividades diarias de los ciudadanos. Asimismo, el circuito urbano ofrecía la posibilidad de detenerse en algunas de las portadas ejemplares del patrimonio monumental de Cabra: Instituto Aguilar y Eslava, casa natal de Valera o la de los Fernández de Córdoba en la cuesta de Bachiller León.
En el prolegómeno, nuestro maestro de ceremonias nos inició en el significado de la piedra y el agua, ilustrando sus palabras con una explicación esquemática de la procedencia ancestral de la zona que identifica de forma exclusiva una singular parte de la geografía española como es la de Cabra. Desde el mismo salón del Paseo descubrimos la más antigua instalada en el parque, la llamada del "Chilliíto". No faltaron los comentarios sobre la que ocupaba el patio del antiguo cuartel de la Guardia Civil (cercana a la glorieta de Valera), la del antiguo claustro de Santo Domingo (que podemos disfrutar en la terraza del kiosco bar La Gamba) o la que está en la calle central construida aproximadamente en 2006.
Desde el Paseo caminamos hasta la plaza Aguilar y Eslava, de cuyo centro emerge de una lámina de agua el monumento al insigne egabrense, fundador del Real Colegio. Dos impresionantes portadas, la de la Soledad y la del Instituto, parecen entablar un diálogo dando todo el encanto a este recoleto lugar donde se deja notar la mano del arquitecto Berges. En el Patio de Cristales de la tricentenaria institución fue el primer contacto con la poesía y la música, poniendo un contrapunto a la palabra hablada de Rafael Luna. Poemas de Rafael Alberti y Emilio Prados en la voz de Antonio Suárez y Danza V (Andaluza) de Enrique Granados, interpretada por el Grupo de Cuerda Plectroamonía, intentaban poner unas notas de frescura en el trayecto.
El frontal del antiguo estanque del patio del Banco de España, que actualmente forma parte de la fuente instalada en el acceso al patio de la Casa de la Cultura, nos recibía con el sonoro rumor de agua que fluía de sus caños. Pudimos contemplar en dicho patio un fragmento de brocal de una fuente del siglo XVIII, lleno de misterio por el rostro y las cadenas labradas, cedido al Museo Arqueológico por una familia que residía en la calle de La Fuente. Los paseantes ocuparon las sillas instaladas en esta parada para oír los versos de Antonio Machado y el "Minueto en Sol" de Beethoven interpretado por Plectroarmonía.
El siguiente alto en el camino se produjo frente a la portada de la casa natal de Valera, observándola detrás de la moderna fuente instalada no hace muchas fechas. Desde allí los pasos nos guiaron a la fuente-estanque en la calle Juan de Dios Alcántara. Tras la explicación de nuestro guía, Cecilia de los Ángeles Fernández Espinar, cual ninfa de la cultura del agua y la piedra, interpretó magistralmente, formando parte del estanque, un solo con mandolina española: el "Preludio de la Suite n.º 1 para chelo" de Johann Sebastián Bach.
Poco después, el patio de la Oficina Municipal de Turismo nos acogía cuando la tarde empezaba a declinar. Los asistentes ocuparon asiento para escuchar atentamente la ilustrada palabra de Rafael Luna refiriéndose a la fuente de la Plaza Vieja y haciendo alusión a la desaparecida fuente de las ranas, Antonio Suárez leía el "Romance de la rosa en la fuente" de Pedro Iglesias Caballero y Plectroarmonía interpretaba el "2.º Tpo. del Concierto en Re Mayor para guitarra y orquesta" de Antonio Vivaldi. Aún nos esperaba en el recorrido la fuente de la placeta de San Agustín, el arco de la Puerta del Sol y la Glorieta de Colombia, en la que el Grupo de Cuerda se sumó a la conmemoración del 50 aniversario de la muerte del compositor y guitarrista granadino Ángel Barrios interpretando "Zacateque".
La noche nos acogió en el barrio del Cerro: plaza de Santa María la Mayor, iglesia de San Juan Bautista (Rafael nos contó la historia de la piedra epigráfica en la que figura el obispo Bacauda), patio de la calle Toledano 21 (en el que Cecilia, formando parte del impresionante paisaje de macetas, nos volvió a emocionar con la interpretación de un solo de mandolina: "Estudio n.º 3 Op. 9" de Felix de Santos Sebastián. Y nuestro último destino: fuente de la Cuesta del Avellano, cuyo emplazamiento original estaba en el patio de la casa solariega de la familia de los Cubero de la calle Priego, hoy sede del Patronato Municipal de Bienestar Social. No faltó la alusión a los Baños de San Juan en las últimas palabras de Rafael Luna. Socorro Moral, delegada municipal de Educación agradecía la presencia de los participantes; antes, en el inicio del paseo, Javier Ariza daba la bienvenida. No faltó la foto de familia ni el recuerdo de la ruta: unas postales de algunas de las fuentes emblemáticas de Cabra.
Quedan cosas en el tintero y numerosos agradecimientos, algunos de los cuales se dieron personalmente. Hay que mencionar a los componentes de Plectroarmonía: Cecilia de los Ángeles Fernández Espinar (bandurria, mandolina y guitarra), Alejandro Padillo Palomeque (bandurria), José Fernández Álvarez (laúd y director del grupo), M.ª Ángeles Espinar Canela (guitarra) y Carlos Ramírez Pérez (guitarra), un grupo de cuerda que cada día se afianza más en el panorama musical de la ciudad. Gratitud también a Antonio Espinar como responsable de la infraestructura desplegada por la Delegación de Cultura y Patrimonio.
Terminamos nuestra crónica con los versos reflejados en el cartel anunciador del evento, pertenecientes a un poema de Antonio Machado: "Misterio de la fuente, en ti las horas / sus redes tejen de invisible hiedra; / cautivo en ti mil tardes soñadoras / el símbolo adoré de agua y de piedra".
|
|
|
|
|
|