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Carlos R. Martínez Arroyo, nuevamente con la Orquesta SYSO, en Carcabuey el día 6 de enero de 2014
08.01.14 - Escrito por: Rafael Nieto López
 El Área de Cultura del Ayuntamiento de la vecina Carcabuey organizó ayer 6 de enero un CONCIERTO DE REYES, que tuvo lugar en la Sala de Usos Múltiples de la localidad, con todas las butacas ocupadas y algunas personas de pie.
Este concierto estuvo a cargo de la Orquesta SYSO-Southern Youth String Orchestra ( Orquesta de Cuerda de Jóvenes del Sur ) cuyos componentes, en su mayoría son estudiantes del Conservatorio Profesional de Música "Maestro Chicano Muñoz" de Lucena, lugar de la sede de la orquesta, y hay algunos de otros conservatorios andaluces, así como tres profesores. Las edades de los alumnos oscilan entre los 14 y 20 años y el objetivo prioritario es completar su formación, prepararlos para su futuro profesional y que disfruten del arte haciendo música.
La Orquesta SYSO no ha cumplido aún el año, pues "nació" en Baena en su Teatro Liceo el pasado 31 de mayo 2013, pero gracias a los "cuidados de su padre" y Director Artístico de la misma, el Profesor de Violín del Conservatorio lucentino, Domingo Escobar, cordobés con un amplio currículo (es Director de los Cursos Internacionales de Música de Cabra, que se vienen haciendo en el Hotel "Fuente de las Piedras" en el mes de Febrero, que este año hacen el 4º de su celebración), logró en su corta vida un éxito, con mayúsculas, en este Concierto de Carcabuey, que fue dicho con gran calidad rayando la perfección total.
El Alcalde y Concejal de Cultura, D. Antonio Osuna Ropero hizo una introducción de la noche con unas excelentes palabras muy de actualidad, sobre los tiempos que corren, en los que la cultura, sigue sorteando todo tipo de imponderables lo que no es óbice para que veamos teatros y salas de conciertos llenos, como pasa hoy aquí. Alabó a la Orquesta, su director, algunos profesores conocidos cuyos, etc.
Salieron los componentes de la SYSO que fueron recibidos con fuertes aplausos de la concurrencia, aplausos que fueron la tónica de todo el concierto, junto con bravos y silbidos manifestación de aprobación, al concluir cada obra.
Iniciaron con el "Concerto grosso" Concierto de Navidad nº 8 del músico barroco Arcangelo Corelli (1653-1713), con sus cinco movimientos, que fueron ejecutados con gran calidad, incluidas las partes a cargo de solistas.
Siguió el "Concierto para dos violines en la menor" RV 512 compuesto por Antonio Vivaldi (1678-1741), del barroco tardío, el llamado "cura pelirrojo" que eran las dos cosas más significativas de Vivaldi, el ser sacerdote y el color de sus cabellos. Esta obra, como su nombre indica, necesita dos solistas y aquí en Carcabuey, Domingo presentó a una magnífica alumna suya, Alicia Sánchez, violinista montillana, a la que le espera un gran futuro siendo su "partenaire" Carlos Rafael Martínez Arroyo, con una carrera imparable. Todavía están recientes sus últimos conciertos como solista, con la Orquesta de Córdoba en nuestra capital, Jaén y Cabra, con la Orquesta Scarlatti en Don Benito (Badajoz) y los recitales con piano del Círculo de la Amistad cordobés, Caja Rural de Granada y Excmo. Ateneo de Sevilla. Se repartieron todas las notas del concierto como "buenos compañeros" y sus actuaciones fueron "tanto monta...". La terminación del ler mov. arrancó los aplausos, pues el público no se pudo contener tras la exhibición de la pareja solista. Sin olvidar los acompañantes que también se lucieron bajo la batuta del meticuloso director.
No hubo intermedio y siguió la "Suite Capriol" de Peter Warlock (1894-1930), que es un conjunto de danzas para orquesta de cuerda. Esta seguía con la misma calidad y el director no dejaba pasar una, pues sus indicaciones estaban presentes. Aquí tuvimos un excelente narrador, Miguel Herrador, que introdujo entre cada danza un trozo de una obra suya, muy poética, "La Casa de los Sueños" que nos transportaba a un soñar subliminal. Muchísimas palmas al finalizar.
El "allegro vivace" de la "Suite Holberg" del romántico Edwar Grieg (1843-1907), compositor de "Peer Gynt", fue dicha con "furia". ¡Bravo!
Astor Piazzolla (1923-1992), he leído que, en todo concierto que se precie, siempre es programado y aquí, como también lo hizo en Baena la orquesta, pusieron dos de sus obras más significativas.
"Oblivion" perfectamente interpretado, con el violín solista del director Domingo Escobar (en lugar de batuta) y el "Adios Nonino", remembranza de la muerte del padre de Piazzolla, fue de un delicadeza tal que los asistentes, escuchamos "embobados". La concertino de la orquesta, Eva Calero Jiménez, natural de Aguilar de la Frontera también nos deleitó con un pasaje muy exacto, sin olvidar otros anteriores en su intervención.
El ambiente que reinaba en la Sala era el de "una noche triunfal" y lo era en efecto.
Por ello el director no dudó ni un momento en "sorprender" a todos. Soltaron en el suelo los arcos los intérpretes, unos veinte, y, ¿qué iba a pasar? No era "huelga de arcos caídos" sino que a indicación del "jefe" empezaron a "pizzicatear" las cuerdas de los violines, violas...y nos hicieron magníficamente "Plink, Plank, Plunk" del americano Leroy Anderson (1908-1975). ¡Qué bien!
Y aún quedaba otra sorpresa. Miguel Herrador Medina, que es su nombre completo, aparte de autor literario, es músico, cantante y nos cantó melódicamente, arropado por la orquesta, la canción "Un vestido y un amor" de Fito Páez (arr. musical del M. Herrador). Ya en Baena en el "parto" de la Orquesta y al igual que aquí, sonó muy bien.
En fin, una noche de categoría para la música que esta vez la ha vivido el pueblo de Carcabuey, que llenó su Sala de Usos Múltiples. Enhorabuena al Ayuntamiento, organizador del evento, en la persona de su Alcalde que lleva en sus atribuciones el Área de Cultura, entre otras.
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