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Cada cual cuenta la feria según le va
05.10.10 DESDE LOS MIRADORES - Escrito por: Rafael Valentín Villar-Moreno
Resulta cuando menos curiosa la cuestión suscitada en el Pleno de Septiembre sobre la celebración, o no, de la Expobética. La oposición trató de presentar el tema como si su celebración fuera una obligación del equipo de gobierno. Por su parte la alcaldesa dejó meridianamente claro que no dejaba de ser una iniciativa particular de Aeca. A lo que yo añado por mi parte, que no comprendo el porque el tema de Expobética debe tener un tratamiento diferente al de la rehabilitación de fachadas, pongamos por ejemplo.
En ambos casos se trata de actividades en que el Ayuntamiento subvenciona con determinada cantidad. En el caso de la rehabilitación de fachadas existen una serie de requisitos, entre ellos la presentación de un proyecto. Si me apuran los requisitos para rehabilitar una fachada son más estrictos que los, que en la práctica, se le pueden exigir a Aeca.
Se puede argüir que la celebración de una feria puede repercutir en el beneficio general. No seré yo quien diga lo contrario, pero… siempre existe el pero. Una fachada rehabilitada puede mejorar el aspecto estético de un paisaje urbano de Cabra durante décadas. Los puntuales beneficios de una feria son eso: puntuales. Durante dos o tres días algunos establecimientos de hostelería de nuestro pueblo verán incrementado su volumen de caja. Por el contrario y según el formato que hasta ahora ha tenido la aludida feria y usando el ejemplo puesto por la alcaldesa los establecimientos egabrenses dedicados a la venta de cremas para el calzado, o a vender sartenes habrán visto reducida su caja.
Los verdaderos beneficios de una feria los marca el volumen de negocio extra que las empresas expositoras consigan en la misma. Si la feria es un buen negocio, los expositores al hacer la reserva para stand no deben preocuparse en exceso, la invención será rentable si la cosa sale bien. Y se saldrá empatado si la cosa se da mal. Si no es así no cabe ni plantearse el evento.
Ahora, si lo que se pretende es una cara función de fuegos de artificio, con recepción a las autoridades asistentes, fotos y parafernalia para jugar a ser empresarios con el bolsillo de las administraciones públicas, la cosa no me parece de recibo. Sobre todo en tiempos dónde la administración debe y tiene que hacer recortes, y por parte de la oposición exigir que esos recortes se hagan. No se puede pedir una cosa y su contraria. Recuerdo a la oposición y a Aeca, que ni el ayuntamiento, ni la diputación son el rey Midas. Administran y gastan nuestro dinero, el de los miembros del equipo de gobierno, el de los concejales de la oposición, el de los miembros de Aeca, y el mío.
A la oposición al presentar un supuesto agravio comparativo con una feria pedrochera, le faltó presentar el balance de cifras de negocios realizados en la reciente edición de la citada feria, en tiempos de crisis, y la misma cifra de la última edición de Expobética. Con estos datos hubiera fácil saber si el agravio existía o era una falacia.
Lamento tener que escribir de nuevo sobre Aeca, pero la sobrevaloración que de esta entidad particular se ha hecho en el pasado tratando, seguramente de forma interesada, de convertirla en el concejal numero 22 ó hasta 23 de nuestra corporación ha dado como resultado que la misma Aeca se pueda haber creído esta ficción. En Cabra y en el resto de España los concejales los ponen y los quitan los ciudadanos.
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