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CINISMO EN EL PSOE
16.10.10 - Escrito por: Juan Ramón Pérez Valenzuela
 Yo, sin ser socialista, tampoco comparto los abucheos durante el acto de homenaje a los Caídos celebrado el día de la Fiesta Nacional de España. No creo que sea el momento más oportuno para protestar y gritar contra un Gobierno, o más bien desgobierno, que ha logrado poner a España a la cabeza del desempleo europeo y que ha llevado al paro a más de dos millones y medio de familias en tan solo tres años.
Siempre he respetado la crítica y la libertad de expresión, y con ella considero que los abucheos forman parte de la democracia, pero también forman parte de ésta, el respeto, la educación y muchos otros valores. Por esto mismo también rechacé hace unos años las protestas contra dos ministros del Gobierno Zapatero durante la visita que cursaron a Cabra para conmemorar a nuestro insigne paisano Alcalá Galiano.
Lo que creo que me diferencia a mí respecto a muchos socialistas de carné y pesebre, es que para ellos las críticas son totalmente deplorables cuando van contra el PSOE pero totalmente legítimas cuando se lanzan a dirigentes del PP. Ninguno de ellos protestó contra agresiones a Ministros del PP en Cataluña, nadie dijo nada cuando se les insultaba y calumniaba, principalmente por “cachorros” del PSOE, en las miles de manifestaciones convocadas desde Ferraz, incluso en plena jornada de reflexión electoral. Tampoco ninguno de los que claman ahora por un protocolo para evitar los abucheos dijo nada contra la sonada pitada que sufrió el Rey durante la final de Copa entre el Bilbao y el Barcelona. En definitiva, queda claro que para los socialistas hay dos varas de medir y eso en democracia, no solo es peligroso, sino lamentable.
Yo creo que hay motivos más que suficientes para criticar al Gobierno y a unos ministros desaparecidos de la agenda política. Quizás ZP haya querido que aparezcan poco porque así lo tendrá más fácil para mantenerse en el sillón.
España está como está, y lo malo no es que grite el público de un desfile, sino que esos gritos son el pan nuestro de cada día, el eco y reflejo de otros gritos que se extienden y escuchan en cualquier esquina, café, tertulia de bar e incluso en la reciente huelga general
Entiendo a la perfección que haya quien pite a una Ministra de Defensa que hace unos años se enfundaba en camisetas de apoyo a aquellos que ultrajaban a España, como el difunto sr. Rubianes (quien en un ejemplo de intolerancia y mala educación dijo aquello de “me cago en la puta España”). Aquella Señora, Carmen Chacón, que defendió, enalteció y se solidarizó con el “Todos somos Rubianes”, hoy es la jefa de nuestro ejército y se autoproclama defensora de nuestra Bandera; díganme si no es curioso y cuanto menos controvertido.
Este PSOE es el mismo que prometió el pleno empleo en la última campaña electoral, el de la cantinela de siempre, asustando a nuestro mayores cual pastor a grito de “que viene el lobo” con el recorte de pensiones si llega a gobernar el PP, para luego resultar que son ellos el único Gobierno de la Democracia que ha impuesto la no revalorización de las pensiones incumpliendo de forma unilateral el Pacto de Toledo.
Este PSOE es el que acusa sin impunidad al resto de formaciones políticas de aquello de lo que ha sido máximo exponente, la corrupción (Filesa, Rumasa, Rubio, Roldán, Ave, Aviaco, Fondos Reservados, crímenes de estado, …, es el partido que en la actualidad tiene abiertas un mayor número de causas de corrupción en España, más de 264, el único que ha tenido a un ministro de su gobierno y a un secretario de estado en la cárcel por el caso GAL, es un partido condenado en firme por financiación ilegal, etc; con este pasado me sorprende que existan todavía valientes, o más bien inconscientes, que se atrevan a dar clases de ética política y a ponerse como ejemplo.
Otro ejemplo lo encontramos con la visita papal a España; mientras el PSOE critica el coste que supondrá la estancia del pontífice en Santiago de Compostela, cuya cuantía ha sido detallada y expuesta claramente por la Junta de Galicia (gobernada por el popular Feijó, quien, por cierto, se ha comprometido a dar cuentas de la rentabilidad del acto en el Parlamento gallego), desde las filas socialistas se guarda un total hermetismo sobre el gasto en que incurrirán las arcas catalanas. Por supuesto no se escapa ninguna crítica por parte del Gobierno del Presidente Montilla, lógico pues existen muchos católicos socialistas ilusionados por la visita del Papa; mientras, los socios de ERC e ICV miran hacia otro lado sin entusiasmo y agachan la cabeza para no dar muchas explicaciones ya que tienen a la vuelta de la esquina unas elecciones autonómicas cuya recta final se podría complicar más de lo que ya está, al entrar en un debate acalorado sobre fe, laicismo y financiación.
Yo no me creo a este PSOE, sí respeto a muchos socialistas honrados que trabajan diariamente por mejorar la calidad de vida de sus vecinos, pero son éstos últimos, curiosamente, los que cuando ven que las encuestas no van bien, trabajan el doble y no se dedican a sacar al famoso doberman contra el PP.
No deja de ser curioso como existen nuevos socialistas que siguen creyendo que cuando las cosas les van mal, la mejor defensa que pueden emplear es un buen ataque. No saben que esa estrategia, además de muy trilloteada, está desfasada, es arcaica y bien conocida y rechazada por el electorado.
Curiosamente son los mismos que después acusan al resto de fuerzas políticas de crispar y no arrimar el hombro, cuando son ellos los que no han permitido que nadie les ayude pensando en una simple estrategia electoral que al final se les ha vuelto en contra (recuerden el plantón de Griñán a Arenas en el Parlamento cuando éste fue a entregarle un documento con las propuestas del PP frente a la crisis). Y es que no podemos olvidar que durante 5 años hemos visto a un PSOE obsesionado con vender a la sociedad que el PP estaba solo, aunque existiese media España que lo votó. Lo que no se esperaban es que tan sólo un año después, la soledad que deseaban para el PP no sólo no cuajó sino que la están sufriendo en sus propias carnes.
Hay políticos locales obsesionados con los tópicos y con comparar cifras de unas comunidades y otras, curiosamente siempre dicen que en las comunidades donde gobierna el PP se vive peor y se protege menos a los ciudadanos, sin embargo son comunidades que no paran de recibir inmigrantes andaluces en busca de una oportunidad que el socialismo de clientela barata le ha negado durante más de 30 años en Andalucía.
Aquí volvemos a ver la doble vara de medir del PSOE, siempre que alguien critica al Gobierno andaluz se le llama traidor y que no quiere a Andalucía ni respeta la voluntad de los andaluces que los han votado, sin embargo ellos si tienen carta de naturaleza para insultar y vilipendiar a los gobiernos populares de otras comunidades autónomas, tan democráticos y libremente elegidos como el andaluz.
Una mentira no por mucho repetirla se convierte en realidad, ni en Madrid se está privatizando la sanidad, ni se invierte menos por alumno en Madrid que en Andalucía, ni hay mas guardería por habitante aquí que en Madrid, ni en Madrid se deja a las mujeres maltratadas sin atención, etc…estos comentarios falsos y retorcidos solo buscan el engaño zafio y burdo de una sociedad que ya no se deja engañar.
La única realidad es que el pueblo español está cansado de socialismo, o al menos eso dicen todas las encuestas, y que si tanto interesa a algunas bases socialistas mantenerse en el poder, deberían ofrecer soluciones viables y dejar de crispar y arremeter contra el PP con argumentos que se caen por su propio peso y dejar de acusar a los demás de lo que ellos mismos representan, han sido y parece que llevan grabado en su ADN.
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