|
A la Virgen de la Sierra
03.10.11 - Antonio Fernández Espinar - Escrito por: Antonio Fernández Espinar

Te vas Madre, marchas de nuevo hacia tu Ermita. Pero, como cada año, no es un “Adiós” ni tan siquiera un “hasta luego” es un “hasta dentro de poco”. A tus pies llevas en tus andas de viaje tantas y tantas plegarias, tantas súplicas, tantas oraciones, tantos nuevos niños y niñas nacidos en este año…
Por un momento nos gustaría poder agarrar fuertemente ese varal e impedir que te marches de nuevo hacia tu Ermita, gritarte que te quedes con nosotros unos minutos más, seguro que se nos quedan cosas que contarte, oraciones que rezarte, miradas que lanzarte, besos que darte….
Pero no, como te he dicho, esto no es una despedida, por eso mismo, quiero decirte que nos volveremos a ver cualquier tarde de otoño en la que me apetezca sentarme frente a ti y contarte cómo va todo, pedirte por mis seres queridos y rogarte que no apartes NUNCA de mi tu mirada humilde y sencilla pero rica y abundante en gracias.
¡ Si supieras Madre ¡, la Plaza Vieja enmudecerá a la par de tu paso por ella. La Plaza de España llorará mientras amanece en este domingo porque tendrá que pasar un año para que vuelvas a inundarla de olor a nardo y ya en la Avenida Andalucía…¡ay Madre!, que decirte de tu paso por el Asilo, sólo tú sabes cuántas de sus almas podrán hablarte de tú a tú…
Por eso mismo Madre, no es una Carta de Despedida, no es un “Adiós” ni tan siquiera un “hasta luego” es un “hasta dentro de poco”, porque dentro de poco volveremos a encontrarnos, porque dentro de poco volveremos a hablarnos pero, mientras tanto…sigue mirándonos, sigue cuidándonos, sigue velando por nosotros…
Hasta ahora, MADRE…
|
|
|
|
|
|