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Desde Alicante
10.10.11 - Escrito por: Juan José González
No sé lo que se le habrá pasado a mi padre por la cabeza cuando hoy haya soltado por última vez a la Madre de todos los egabrenes. Y es que este año ha decidido que sea el último acompañandola de vuelta a su ermita, han sido muchas "bajás" y 40 subidas, con sus lluvías, frío, calor, barro y sudor.
En todos estos años tan solo él y la Virgen saben las confesiones y ruegos que mi padre le dirigía, una vez por sus padres, otra por sus hijos y estos últimos años seguro que por sus nietas. Son confesiones, deseos y ruegos de esos que todos llevamos dentro, como cualquier otro devoto más de la Virgen, pero quizás al estar más cerca de Ella durante ese duro traslado parece que la Madre de Dios te oye más cerca.
Es dificil explicar para un egabrense en la distancia lo que su padre haya sentido hoy en ese momento, pero ya lo veo, ya me lo imagino, no hace falta preguntar ni que te lo cuente tu hermano, que lo ha acompañado en este su último año, seguro que ha sentido una satisfacción enorme, seguro que le ha dado las gracias por todo, por estos 40 años de salud, de bienestar en su familia, por... no sé, tan solo haberlo visto hoy en la foto que mi hermano me envía por email me dice muchas cosas y a la vez me enorgullece porder decir que cuento con un padre que lo ha dado, da y lo dará todo por los suyos. Al igual que la Virgen de la Sierra lo da por todos los egabrenses.
Gracias Papá por estos 40 años y gracias por haber inculcado en mi y en mis hermanos este sentimiento hacia la "mama Sierrita", porque al ser hijo de costalero me permito el lujo de cantar junto a mi padre y mis hermanos: " Unos le dicen guapa, otros le dicen bonita y nosotros los costaleros, Viva la Mama Sierrita"
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