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José Manuel Ballesteros en Cosmopoética
27.09.12 - Escrito por: Antonio Suárez Cabello
Encontramos, en todo el entramado de la gran fiesta poética de Córdoba en el mundo, la figura del poeta egabrense José Manuel Ballesteros Pastor, por lo que se deja notar la presencia de Cabra en esta novena edición de "Cosmopoética, Poetas del Mundo en Córdoba" que ha trasladado su celebración al otoño, dejando la primavera para otros eventos culturales que por esas fechas inundan nuestra capital y son innatos a la personalidad de la ciudad. De esta forma, el icono del hombre del paraguas tal vez lo asociemos mejor a la caída de las hojas y a las primeras lluvias otoñales.
Cosmopoética no es sólo un festival para la poesía cordobesa, sino también para la lírica española y del mundo. No es un proyecto que se limite a traer a la ciudad grandes poetas nacionales y extranjeros; también quiere ser un agente social de crecimiento cultural: talleres formativos para cultivar las inquietudes literarias y musicales de jóvenes y mayores. Del 20 de septiembre al 7 de octubre se desarrolla su extenso cosmoprograma que cubre innumerables facetas y que sirve para que cualquier persona, joven o mayor, pueda disfrutar y gozar de un contacto directo con el mundo de la poesía.
A José Manuel Ballesteros, el profesor de EGB que pidió excedencia para dedicarse a escribir, lo localizamos en el ciclo de "Poesía Tabernaria", un maridaje en torno al vino y la poesía que trata de no perder la tradición cordobesa de recitar en los bares. Desde luego, esta unión íntima de dos cosas como puede ser la poesía y la bebida obtenida de la uva la suscribiríamos más de uno. Pasar un brevísimo rato de nuestra vida entre poemas y medios de vino (en nuestra capital los medios no son la mitad de la copa sino hasta sus bordes), en ambientes de bares típicos, es algo estimulante para nuestra salud mental aunque perjudiquemos el hígado.
Este ciclo de poesía tabernaria proyecta distintas poéticas, como la de José Manuel Ballesteros, impregnada de sus orígenes, del paisaje de Cabra y de los imborrables recuerdos de la infancia, presentes en los últimos títulos de su creación poética publicados por la artesana editorial cordobesa Depapel: "Poemas del amor y del silencio" y "Amanecer en ti"; o como la de su compañero de acto Antonio Agudelo, que sigue los cánones establecidos en la cosmoestructura: "dos poetas dispares entre sí. Dispares en generaciones, ambientes, objeto de su poesía", de acuerdo con la propuesta de Matilde Cabello, coordinadora y presentadora de los cinco actos del ciclo. La poesía de Antonio Agudelo es él mismo. Ya lo decía Antonio de Egipto en la presentación de su poemario "El sueño de Ibiza" en Córdoba: "la persona y el poeta son el mismo sujeto".
En lo que no se busca ningún contrapunto es en los caldos de Montilla-Moriles que amenizarán las veladas culturales. Para Ballesteros y Agudelo el lugar del maridaje (vino y poesía) es la Sociedad de Plateros San Francisco, cerca de la plaza del Potro, un bar-taberna al que los de pueblo solemos acudir en alguna que otra visita capitalina.
El ciclo, que revitaliza el espacio de la taberna para la poesía, es asimismo un homenaje a Vicente Núñez. No queda muy atrás la figura del poeta en el emblemático bar El Tuta, de la Plaza Ochavada de Aguilar de la Frontera. Allí escribía, recitaba y recibía. Más lejana en el tiempo queda la imagen del trasterrado Pedro Garfias recorriendo los bares de Monterrey, y al que Juan Rejano solía presentar en el exilio mexicano de forma alegre y festiva para espantar la amargura: "Aquí está Pedro Garfias, de Écija, de Cabra, de Osuna, Pedro de la campiña bética y de las marismas que llegan a tartesos". Para Max Aub, Pedro Garfias fue el último "poeta tabernario".
Alcemos la copa lírica que contiene nuestros caldos y brindemos solidariamente por la poesía y por los poetas que la hacen posible.
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