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Manifiesto de IULV-CA con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género
30.11.12 - Escrito por: Elvira Asencio Luna
La violencia contra las mujeres, la violencia sexista y machista, no sólo no tiene tregua sino que, además, se va adaptando a los nuevos tiempos en los que, por desgracia, está encontrando mayor respaldo. Encuentra apoyo institucional con la drástica reducción del presupuesto para 2013 para erradicarla, encuentra sustento cuando las partidas presupuestarias nada tienen que ver con la intervención integral y la prevención.
Uno de los peores males que puede padecer la sociedad, es la misoginia y ésta se está expandiendo a sus anchas. Los discursos que se escuchan desde todos los frentes políticos e institucionales, están dirigidos a opinar o a emprender medidas que supuestamente van a solucionar la crisis, sin que desde el gobierno central y desde ningún gobierno autonómico, se plantee que entre lo innegociable, debe encontrarse la igualdad entre mujeres y hombres y las políticas contra la violencia de género. Pero sin embargo, estamos asistiendo atónitas a un discurso común que aúna al patriarcado, unos con más ahínco porque sus alianzas las tiene más claramente con los mercados, otros, porque la igualdad sólo ha sido prioritaria formalmente.
Cuando las mujeres feministas planteamos que en momentos de crisis se hace más necesario que nunca invertir en igualdad y contra la violencia, queremos decir que hacer eso, es invertir en modificar los hábitos patriarcales y transformar el presente para ir conformando una sociedad más justa e igualitaria en el futuro. Estamos diciendo que defender los principios de igualdad y contra la violencia de género significa que sólo así la sociedad puede progresar y habremos consolidado la democracia y la justicia. Estamos diciendo que preservar la igualdad y una sociedad sin violencia de género, significa que el capitalismo, el patriarcado y el neo fascismo, no habrán podido con nosotras ni con nosotros.
A nivel mundial las mujeres tenemos salarios inferiores en iguales trabajos, dobles y triples jornadas de trabajo, acaparamos la pobreza, tenemos menos oportunidades, la mayoría de los trabajos provisionales, la casi total responsabilidad de los cuidados, menores tasas de actividad, tasas ínfimas de representación, somos asesinadas por defender la educación de las niñas y somos lapidadas por defender la libertad, .... A pesar de los supuestos avances, los burkas no caen, se sigue empleando ácido para reprimir la corporalidad, aumentan los feminicidios de mujeres jóvenes y pobres, se sigue explotando sexualmente a mujeres y niñas para la satisfacción de prostituidores y ganancia de las mafias, se encarcela a feministas jóvenes por defender el feminismo laico y sin fronteras...
En España todavía hoy se critica con tibieza las declaraciones de altos cargos que incitan a la violación, se imparte justicia con sentencias judiciales a favor del acoso sexual y con órdenes de protecciones que no llegan, se reforma el mercado laboral eliminando la conciliación, se nos amenaza por parte del gobierno del PP con la modificación regresiva de la Ley de Aborto, los asesinatos de mujeres por parejas y ex parejas que no paran, divorcios que no pueden realizarse por falta de dinero, lenguaje institucional cada vez más machista, programas televisivos que potencian la desigualdad, subvenciones a la educación segregada por sexos, el desmantelamiento de organismos de igualdad, de recursos públicos, ....
Las mujeres, independiente de si tenemos trabajo asalariado, empleamos la mayor parte de nuestra vida en tareas de reproducción y de producción no reconocidas como parte de la riqueza de este país. Y no se reconoce porque la valoración económica de nuestras aportaciones al bien común, dejaría en evidencia a la otra mitad de la sociedad: ese patriarcado que no cede y que tantas alianzas suscita.
Desde IU reivindicamos sin paliativos que la violencia contra las mujeres debe ser eliminada definitivamente de nuestras vidas y para ello, es necesario:
- que las mujeres tengamos el derecho pleno e incondicionado a decidir sobre nuestros cuerpos
- que las mujeres tengamos definitivamente salarios que nos corresponden en trabajos de igual valor
- que la sociedad sea paritaria y corresponsable
- que las mujeres no seamos acosadas laboral, ni sexualmente
- que las mujeres no se nos maltrate, ni asesine, ni explote
- que el gobierno central, los gobiernos autonómicos y locales centren sus esfuerzos en consolidar la igualdad y la no violencia de género.
Recortar en políticas de Igualdad es ahondar en la Violencia contra las Mujeres
Elvira Asencio Luna
Concejala y Viceportavoz del Grupo Municipal de IULV-CA
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