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Egabrense de adopción
17.04.13 - Escrito por: Ildefonso Moreno Juliá
Es el comentario que a raíz de su pregón de Semana Santa se ha leído en referencias de la prensa y de viva voz de muchísimos egabrenses, me refiero, no puede ser otro, a Don José Burgos. Pregón que caló y gusto en el sentir y los corazones egabrenses.
De su conocimiento de las cofradías y su larga vida en Cabra, de toda su vida al servicio de la Iglesia y de los fieles, y de su amor profundo a su pueblo de adopción era de esperar.
Tengo entre mis manos el discurso literario y, una por una, a través de sus versos y su prosa, ha cantado a todas ellas con detalle, con pasión, nunca mejor dicho, para a través de las ricas imágenes, contarnos y cantarnos la Pasión de Nuestro Señor. Ha vivido durante muchísimos años el devenir de las cofradías e incluso ha recaído sobre sus espaldas la responsabilidad de ser Hermano Mayor de la Virgen de la Soledad, tan querida por él y por todos los egabrenses.
Todavía hoy, a pesar de no vivir ya en Cabra y llevar siete años en Córdoba como cura emérito en mi parroquia, La Inmaculada y San Alberto Magno, puedo decir sin equivocarme, que vive, piensa, siente sus costumbres y tradiciones religiosas, y ama a su pueblo de adopción, Cabra, no dudando en desplazarse en cuantas ocasiones se presentan.
Como dije en otra ocasión, nunca la agrupación de cofradías ha tenido mejor elección, pues aparte del desarrollo del mismo salido de su pluma y su cariño, está la espiritualidad que trasmite y su profundo sentir religioso. Me uno a tantas voces que así lo proclaman y al clamor popular que ya lo distinguen como Egabrense de adopción.
Ojalá la Corporación se haga eco del sentir de muchos cabreños. De nuevo otra vez, felicidades Don José.
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