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Radares o recaudadores para incautos
13.08.13 - Escrito por: Antonio Fernández Álvarez
En aquellos años de paupérrimas carreteras y vehículos que solo disponían de los más básicos elementos de seguridad pasiva, la Guardia Civil de Tráfico era la mano amiga que nos socorría en caso de accidente o avería. ¿Qué loable era esta labor?. ¿Cuanto hay que agradecer a aquellos hombres del cuerpo?.
Lamentablemente ahora la Guardia Civil que sigue en nuestras carreteras es obvio que realizan labores de socorro en casos de avería y accidentes, pero están ensombreciendo estas tareas con su afán recaudatorio.
La Guardia Civil de Tráfico se están convirtiendo en verdaderos estrategas del escondite del radar colocándolo en sitios tan llamativos que no sirve para evitar el mal mayor de nuestras carreteras que son los accidentes, sino que es meramente recaudatorio, para cazar infracciones peculiares sobre todo de conductores despistados que podemos exceder la velocidad de la vía porque esta puede bajar en algunos tramos hasta 30 km/h, de la misma, pero no ha variado la vía en si sino circunstancias que pudieran darse, y ahí están ellos agazapados, escondidos sus radares tras algún matorral u olivo, semi-ocultos a la vista de los conductores para más adelante detenerte y exhibir su mando y autoridad y así sangrarte tu cartera con la correspondiente denuncia, eso si hasta tienes que darles las gracias porque si la abonas antes de un tiempo establecido te rebajan un 50%.
No digo yo que las denuncias que ponen no sean correctas que si lo son al amparo del Código de Circulación, lo que dudo es que sea lícita su forma de obtenerlas. Con los modernos automóviles y las nuevas carreteras es caza y captura de conductores.
Me pueden justificar ¿Cuántas multas de este tipo han evitado el mal mayor de nuestras carreteras los accidentes que se producen?
¿No es cierto que este afán recaudatorio está no solo bien visto por los mandos sino que hasta lo alientan ellos mismos exigiéndoles a sus subordinados un mínimo de denuncias?. Me consta este hecho afirmado por no pocos guardias que están en contra de estas medidas.
Este camino de desorden y abuso de autoridad nos hacen pensar a no pocos ciudadanos que las leyes obviaron su condición de justas para satisfacer ambiciones de políticos ineficaces como los que padecemos en nuestro país.
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