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Indistintamente hemos leído que el Picacho de la Virgen de la Sierra fue declarado con la figura de Sitio Nacional o de Sitio Natural de Interés Nacional. La razón se encuentra en que el expediente de declaración fue tan dilatado en el tiempo que durante ese periodo hubo una ampliación de la normativa. Iniciándose el expediente con la solicitud de Sitio Nacional para finalmente ser declarado como de Sitio Natural de Interés Nacional.
El Real Decreto del Ministerio de Fomento de 23 de febrero de 1917 y publicado en la Gaceta de Madrid número 55 del 24 de febrero de 1917 habla de Sitio Nacional. Considerando aquellos sitios que presentase unas "extraordinarias condiciones naturales o por la aureola que pueda presentarles la historia, la religión o la leyenda".
En cambio, años después aparece la Real Orden del Ministerio de Fomento número 176 promulgada el 15 de julio de 1927 y publicada en la Gaceta de Madrid número 203 de 22 de julio de 1927 donde ya se distingue la figura de Sitio de Interés Nacional y Monumentos Naturales de Interés Nacional. El primer caso son "los parajes agrestes del territorio nacional, aun cuando su extensión sea reducida, que, sin reunir las condiciones necesarias para ser declarados Parques o Sitios Nacionales, merezcan, sin embargo, ser objeto de especial distinción por su belleza natural, lo pintoresco del lugar, la exuberancia y particularidades de la vegetación espontánea, las formas especiales y singulares del roquedo, la hermosura de las formaciones hidrológicas o la magnificencia del panorama y del paisaje...Será circunstancia favorable para las declaraciones oficiales expresadas que la belleza natural del paisaje o sus elementos sea realzada por el interés religioso, científico, artístico, histórico o legendario".
LA JUNTA RECTORA DEL "SITIO NATURAL"
Cualquier espacio natural protegido precisa de un órgano colegiado que gestione el mismo. Para el Sitio Natural de Interés Nacional del Picacho de la Virgen de la Sierra tenemos constancia de que también lo tuvo. La primera noticia que conocemos al respecto es de 1970, cuya constitución es el 9 de julio. Sus componentes fueron como presidente Ricardo Zamora Garrido, ingeniero jefe del servicio de Parques Nacionales, como secretario Adolfo Ranoro Ruiz, ayudante facultativo de Montes, Pascual Calderón, presidente de la Diputación Provincial, Julio Doblado Claveríe, delegado del Ministerio de Información y Turismo, Manuel López Peña, alcalde de Cabra, José Manjón-Cabeza Rojas, José Moñiz Aguilar y Manuel Mora Mazorriaga, representantes de la Cofradía de la Virgen de la Sierra. Acordaron crear una comisión para el estudio del Reglamento por el que se había de regir el mencionado Sitio Natural de Interés Nacional. Tras ésta, tenemos noticias de la existencia de otras reuniones en años sucesivos y con otros componentes.
UN SUEÑO CONSEGUIDO.
Tras doce años de intenso y arduo trabajo, el sueño del pueblo de Cabra y su comarca, se había hecho realidad.
En este periodo el Ayuntamiento de Cabra, al menos en dos ocasiones (14 de abril de 1917 y 9 de noviembre de 1926) aprobó en pleno municipal la petición de la declaración de Sitio Nacional. Además, se enviaron diversos dosieres con distintas cartas de adhesión, número importante de pliegos con firmas e informes que defendían los valores científicos, históricos y religiosos que ostentaba el Picacho de la Virgen de la Sierra y su entorno más próximo. Asimismo, se recibió y atendió las visitas oficiales de 1921 y 1926. Y, entre tanto, se mantuvieron contacto y realizaron gestiones personales con ilustres egabrenses en las más altas posiciones políticas y sociales de la época para que hicieran de embajadores, allá donde pudieran, de la petición de Declaración de Sitio Nacional; entre ellos, según la prensa de la época, se encontraban el diputado José Sánchez Guerra, el senador Luis Pallarés Delsors, el Marqués de Cabra Francisco Belda y Pérez de Nueros y su hijo Francisco Belda y Méndez de Sanjulián, el almirante de la armada Juan Carranza y el señor José Moreno Moreno.
La Real Orden número 241 del Ministerio de Fomento, de fecha de 11 de julio de 1929 en la que se declara el Picacho de la Virgen de la Sierra como Sitio Natural de Interés Nacional apareció publicada en la Gaceta de Madrid número 194 del 13 de julio de 1929.
La primera noticia de la publicación se recibió por telegrama, redactado por los egabrenses residentes en Madrid, Francisco Belda y Méndez de Sanjulián y José Moreno y Moreno. El telegrama nº 36.136 que partió el día 13 de julio de 1929 a las 18:50 dirigido a Manuel Mora Aguilar, se recibió en el propio Santuario, tras su lectura se acudió a dar las gracias a la propia Virgen de la Sierra. Al día siguiente un grupo de fieles redactaron y cursaron carta de agradecimiento desde el propio Balcón de Andalucía.
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