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UN CONCIERTO SUTIL DE DOS ORQUESTAS FUSIONADAS EN SIMBIOSIS, EN EL TEATRO "El Jardinito" DE CABRA EL 6 OCT 2015.
08.10.15 - Escrito por: Rafael Nieto López
 El Teatro "El Jardinito" sigue ofreciendo actos culturales de todo tipo. El pasado 6 del corriente, a las 20 horas, ha presentado un Concierto denominado EUROFESTIVAL a cargo de dos ORQUESTAS JÓVENES, SYSO-Orquesta de Cuerda del Sur (España) y Hvitfeldska Kammerorkester (Suecia). 25 jóvenes de estas nacionalidades componían la masa orquestal fusionada de ambas orquestas, que fueron dirigidas por Peter Schoening en todo el concierto.
La Orquesta SYSO (Southern Youth String Orchestra) es un proyecto educativo en el seno del Conservatorio Profesional de Música "Maestro Chicano Muñoz" de Lucena, cuya dirección ostenta el profesor de violín Domingo Escobar que la creó. Hizo su presentación el 31 de mayo de 2013 en el Teatro Liceo de Baena en las 23 Jornadas de Primavera del Conservatorio Elemental de Música "Luis de Narváez" de la ciudad baenense. Posteriormente ha estado en Antequera, Carcabuey, Iznájar, otra vez Baena, Cabra y Lucena, donde han dado conciertos, que se repiten con periodicidad en Lucena, ciudad sede de la orquesta. Han colaborado con ella como solistas los violinistas Jesús Molina de Granada, Alicia Sánchez de Montilla, Eva Calero de Aguilar, Carlos R. Martínez de Cabra y la chelista Azahara Escobar de Córdoba, esposa del director.
En un intercambio escolar, la Orquesta SYSO estuvo en Suecia (Gotemburgo) en Noviembre de 2014, fruto del cual es la estancia en Lucena de la Hvitfelska Kammerorkester, orquesta formada por alumnos del Hvitfelska Gymnasiet, institución de educación secundaria fundada en 1647 por la Reina Kristina, que cuenta con aproximadamente 1.800 estudiantes de 15 a 19 años de edad.
Durante la permanencia en Suecia de la Orquesta SYSO, se hizo un concierto de ambas orquestas en Gotemburgo, en el que nuestro paisano Carlos Martínez tocó el "Doble Concierto para dos violines y orquesta" de J.S. Bach con el sueco André Kaufman, el 13 de noviembre, amén de otras obras orquestales en las que intervinieron otros solistas de violín, viola y chelo.
Este concierto del Teatro "El Jardinito", repetición del realizado el día 5 en el Auditorio de Lucena, fue delicioso por la interpretación de los jóvenes y por las obras elegidas que componían el programa. No hubo mucho público, pero el asistente fue suficiente para aplaudir con insistencia, incluso al finalizar cada movimiento de los conciertos, a los chicos-as, que sonaban con magnifica calidad.
La batuta fue llevada por el director de la orquesta sueca, Peter Schoening, con pulcritud y meticulosidad, lo que dio su fruto en un concierto sutil, como lo he titulado.
Se abrió el telón y los cortinajes negros del escenario habían tomado otra coloración, al sustituirse los del fondo por otros, color oro viejo, que le da más luminosidad a la escena. O.K. ¿Alguna vez veremos la caja escénica de madera? No obstante la acústica es perfecta, tradicional en el T. "El Jardinito".
La primera obra que escuchamos fue el "Concierto para 4 violines, orquesta y continuo en si menor" RV 580 de Antonio Vivaldi (1678-1741) de su colección de 12 Conciertos de 1711. Un Vivaldi muy bien dicho, sonando el barroco del "cura rojo", a quien todos conocemos por alguna obra suya, en una orquesta que estuvo muy ajustada. ¿Quién hizo su partitura violinística mejor de las 4 solistas? Difícil de evaluar. Se repartieron estas entre dos suecas -Mimmie Thörngren y Bori Brezovsky- y dos españolas -Ángela Sojo y Ángela Varo-. Actuó de continuo nuestro paisano Antonio Peña con el chelo y de concertino vimos a Eva Calero.
Siguió una obra contemporánea de un violinista y compositor sueco, Stefan Pöntinen (1967-) "Place Pigalle" con Piano a 4 manos, obra salida de las vivencias del compositor durante su estancia en Paris en su época de estudiante, que residió en la conocida plaza parisina. Es una obra de 14 minutos un tanto complicada y difícil de ajustar, con predominio de "pizzicato" y melodías definidas. En el teclado tuvimos al profesor José García Moreno y al alumno sueco William Dahl. Fue solventada con corrección pese a su dificultad. Como dato histórico la pieza fue estrenada en Suecia el pasado 5 de agosto y en España ha sonado por vez primera en Lucena el día 5 de noviembre y en el Cabra el 6. Se aplaudió mucho.
Y como última obra, del checo Antonín Dvorak (1841-1904), conocidísimo por su famosa "Sinfonía del Nuevo Mundo" de su estancia en EE.UU., escuchamos la "Serenata para cuerda en MI MAYOR Op.22", bellísima, intimista, pegadiza (pues se memoriza cuando se oye), que ya le dio mucha fama con 34 años.
Una vez más la orquesta sonó deliciosa con Peter Schoening al frente. Las palmas se hicieron varias veces, al finalizar cada uno de sus 5 movimientos, seña de que gustaba.
Salió al escenario el director de la Orquesta SYSO, Domingo Escobar, pero no con la batuta, pues creo fue un acto de cortesía por su parte cedérsela al sueco en todo el concierto, sino micrófono en mano, tomó la palabra y dijo: Que agradecía la asistencia a todos. Que en Cabra se encuentra como en casa, pues ya ha estado varias veces aquí con su orquesta. Al Ayuntamiento también agradeció la cesión del teatro y al personal del mismo su colaboración. Como no, al Conservatorio de Lucena que los acoge, pues la Orquesta SYSO es la orquesta residente. Este concierto es el resultado de 6 días de trabajo intensísimo de unos jóvenes de 15 a 20 años que han sido capaces de tocar unas piezas muy complicadas. Hizo de todas ellas un comentario y una explicación breve. Antes de finalizar anunció un "bis" y también que al igual que en algunos países centroeuropeos, la entrada es libre, -como aquí-, no obstante se pagará después del concierto, si éste ha sido del agrado del público. Para ello a la salida se entregará una pulsera solidaria de ACNUR y libremente, el que quiera colaborar en beneficio de los refugiados, lo podrá hacer en el "hall" del teatro.
El Ayuntamiento de Cabra ha querido obsequiar a la orquesta sueca con un pequeño recuerdo, un cuadro, que le fue entregado por el director Domingo Escobar a su homólogo sueco, Peter Schoening, quien lo agradeció.
Y por último sonó el "bis" "Crisantemis" de Giacomo Puccini (1858-1924), obra que le dedicó el compositor italiano a su amigo Amadeo de Saboya al enterarse de su muerte. Obra con sonido fúnebre, melodioso y sutil en su exposición como en todo el concierto fue la interpretación orquestal.
Los saludos finales y las palmas del público en pie cerraron este espléndido concierto, hecho por jóvenes.
El próximo día 25 habrá otra vez ópera en nuestra ciudad. La Ópera de Moldavia con su orquesta y coro podrán en escena "Madama Butterfly" de Puccini, a las 20:30 horas. Los solistas aún no se saben.
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