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El futuro de la prensa
28.08.10 REPORTAJE - OPINIÓN - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
 Desde el verano de 2007, en que asistí al curso de la Universidad Internacional de Andalucia (UNIA) organizado en la sede de Málaga, sobre Periodismo digital, en el que se analizaba el futuro del periodismo y la prensa en la era digital, no he dejado de participar en cuantos foros y encuentros sobre el tema se han convocado. Una de las conclusiones más comunes que vengo observando es que la prensa tenía que ser digital o no sería. Más o menos así se fueron viendo postulados de los más destacados periodistas y responsables de medios de comunicación, sobre todo prensa escrita, en todo el mundo y así se han venido confirmando, con algunos matices, las conclusiones sobre el asunto.
Y no solo por la presencia de la prensa digital, de los blogueros, de la información personal que se va ofreciendo casi al instante o de la relativa facilidad para convertirse en propagadores de noticias que la red ofrece. También la edición de diarios gratuitos viene provocando que la prensa escrita y sobre todo editores y propietarios de las cabeceras más significativas se pongan a reflexionar sobre su futuro y no digamos los que conforman la prensa local.
Algunos directores de los periódicos más conocidos de nuestro pais, han venido afirmando entre otras cosas, que la prensa escrita "de pago", se está convirtiendo en algo elitista, que cae en ventas los dias de diario y que se incrementa notablemente los fines de semana. Claro que otros dicen que este repunte de ventas es debido a las promociones y que no son lectores, sino clientes, quiénes compran los periódicos y sus miles de regalos de sábado o domingo.
También se ha venido diciendo que los periódicos de pago, deben tender a la especialización para poder hacer frente a la información generalista y local que ofrecen los digitales y los gratuitos, que son realmente la nueva prensa popular. Algo así está pasando con diarios como El Economista, que gracias a su especialización, se ha convertido en lider de los económicos y que avanza en ventas y publicidad, entre otros, sin dejar de contener información general.
Afirmaba Albert Montagut, director de ADN, el periódico lanzado por Planeta y varios editores de prensa regional, que su publicación iba más allá de la gratuidad: “Nuestro foco no es el mercado de la prensa gratuita. Nuestro foco está centrado en implantar en el mercado español un periódico masivo que facilite a los lectores de las principales ciudades información fresca, transparente y objetiva dos veces al día” .
Paralelamente, la prensa local ha venido experimentando un giro copernicano pues pasó de diarios, semanarios o decenarios, a revistas mensuales, más o menos difundidas; semanarios extractados de diarios provinciales (costeados por ayuntamientos y empresas) de difusión gratuita; los diarios gratuitos y por supuesto internet, donde el periodismo se encamina a lo digital y donde los periodistas son ciudadanos que ofrecen a los profesionales la información de primera mano que, una vez supervisada, se ofrece al lector.
El pasado viernes, el escritor y analista de medios Ross Dawson decía en Sidney que el periodismo será fundamentalmente "social" y no tenia miedo en afirmar que "en 2022, la prensa, tal como la conocemos, será irrelevante", para llegar, entre otras, a esta conclusión: "la reputación de periodistas individuales será lo que atraerá las audiencias".
Según Dawson, pasaremos de reciclar papel a reciclar baterias de dispositivos digitales y predecía que:
- Los dispositivos serán flexibles, enrollables, totalmente interactivos y estarán disponibles hasta en las tiendas de chucherías por unos 10 dólares
- Los contenidos serán generados fundamentalmente por los ciudadanos y supervisados por periodistas profesionales
- La reputación de periodistas individuales será lo que atraerá las audiencias
- Estamos migrando hacia una economía de medios dominada por las relaciones sociales
- Aumentarán los ingresos de los grupos de comunicación, pero su distribución no será equitativa
- Los medios tendrán que reinventarse si quieren tener acceso a una parte del pastel de los ingresos
Por otra parte, el lector, el ciudadano medio, tiene una nueva dieta informativa que se compone de:
• la televisión, el único medio de masas (alrededor del 90% de la audiencia), aunque son muchos menos los telespectadores de telediarios e informativos;
• los gratuitos, el diario de todos los días para una gran parte del público, cómodos, rápidos de leer, útiles… la nueva prensa popular;
• internet, el medio preferido para los jóvenes y para los más exigentes, interesados en la información actualizada, personalizada y abierta a la participación.
Con estos argumentos, algunos profesores y especialistas de la comunicación, tambièn afirman que no hay que tener miedo al cambio. "El cambio es sólo cambio", afirma el prof. Roda de la Universidad de Sevilla. Y continúa diciendo que "hay que hallar el modo de enfrentarnos a él sin ser catastrofistas, pugnando por elaborar productos audiovisuales de calidad. No se puede seguir actuando como si no hubiera mutado nada. Las constantes actualizaciones en el sector nos hacen tender a una serie de estructuras narrativas diferentes a las que estamos acostumbrados".
Por último coincido con quiénes piensan que habría que buscar una especie de máximo común divisor, algo así como un análisis de los componentes narrativos, técnicos y artísticos para considerar cuáles se hallan en la mayoría de los formatos con los que queramos trabajar. Cuando tengamos ésto hecho, habrá que canalizar el esfuerzo en la zona común y darle forma para que esté bien estructurada en los acabados finales.
Creo que desde 2002, es lo que hemos venido haciendo en LA OPINIÓN. Nos hemos adaptado al futuro antes que nadie en Cabra y lo hemos hecho siguiendo planteamientos que ahora se ve que son los más extendidos entre los medios de todo el mundo. No sabíamos si nos estabámos equivocando, pero a la vista está que hemos acertado. Unimos infomación escrita, opinión, actualidad, audivisuales, fotografía, enlaces, etc. para difundirlo a través de internet, entrando en redes sociales y abriendo la posibilidad de colaborar a cuántas personas lo deseen. Y los miles de visitas que tenemos nos animan a continuar en este línea.
Lo mismo que en los primeros años del siglo XX, La Opinión cambió en algo lo que había de la prensa local, en este siglo XXI, sus primeros años asisten a algo parecido. Cercanos a cumplir un siglo, La Opinión se actualiza y actualiza los medios en nuestra ciudad. Desde aquí nos alegramos y comprobamos con satisfacción como algunos de nuestros colegas, se han ido uniendo o naciendo en internet y conforman la variedad que la prensa local de Cabra necesita en la era del periodismo digital.
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