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AIRES DE JAÉN EN CABRA EL 21 Y 22 DE ENERO DE 2.011
23.01.11CRÓNICA MUSICAL - Escrito por: Rafael Nieto López
 2+2 CUARTETO DE SAXOFONES Y PIANO
El pasado 21 de enero tuvimos en el escenario del Teatro “El Jardinito”, programado por Circuitos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, un Concierto de este Cuarteto de Saxofones y Piano, que en 2.006 se fundó como Grupo de Cámara estable en el Conservatorio Profesional de Música de Jaén y cuyos componentes compaginan su actividad concertística con la enseñanza en Jaén y Granada, donde son profesores de los Conservatorios Profesional y Superior respectivamente.
Está formado por Marcos A. López Vergara, saxofón soprano, Francisco J. Alberca Pintor, s. alto, Sergio Albacete Ruiz, s. tenor, Víctor M. Martín López, s. barítono y por el pianista Juan J. Mudarra Gámiz, que ya había pisado las tablas del coliseo egabrense el pasado año, como uno de los pianistas acompañantes del III Concurso Nacional de Violín “Marcos Pedro Moreno Jiménez”.
Aunque los saxofones se asocian a la música de jazz, una buena conjunción de estos instrumentos de metal, inventados por Adolphe Sax a mediados del s. XIX, como fue el caso de este concierto, hizo que sonaran las obras compuestas para otros tipos de instrumentos como “si fuera un cuarteto de cuerda”, pues la formación que oímos fue quizá de lo más parecido.
Las obras que pusieron en los atriles eran muy atractivas, tanto las escritas para saxofón como los “arreglos”, que hicieron las delicias de los asistentes, tal se comentaba al finalizar el concierto.
Comenzaron con J.S. Bach y de su Concierto italiano en FA MAYOR tocaron el III mov. que aunque no era el sonido de un clave y demás, sonaba a música barroca muy bien. Cada pieza se ilustró con una breve exposición del compositor y de la obra, aunque fue poco oíble esta exposición en las últimas butacas del teatro, pese a su buena acústica.
El compositor de la famosa Sinfonía del “Nuevo Mundo”, Antonin Dvorak, nos hizo un Cuarteto en FA MAYOR “El americano”, también muy famoso en su producción, que fue lo que escuchamos después con su bello mov. lento.
Luego no siguieron el programa editado, pero lo que pusieron era de igual calidad y pasamos a “bailar las sevillanas” de la SEVILLA de Isaac Albéniz, en un arreglo precioso en el que apreciamos la tesitura de cada instrumento. Y de otro español, Manuel de Falla, la Danza de “El Molinero“ del ballet “El sombrero de tres picos”, que lo resolvieron muy bien.
Se retiró el cuarteto y apareció el pianista Mudarra que con sumo gusto nos interpretó un Ravel sutil y delicado, la Ondine I de “Gaspar la nuit” en la que logró perfectamente el murmullo del agua y que los asistentes premiaron con muchos aplausos.
Salió de nuevo el cuarteto y con el pianista otra vez Falla, con la conocida “Danza ritual del Fuego Fatuo” de “El amor brujo” que tuvo una buena introducción de los saxos tenor y barítono así como el ritmo marcado por el piano. Bravos.
Una obra de saxofones “Memorias” compuesta por Pedro Iturralde como un tríptico con el que el autor recuerda su estancia en Lisboa (música de fado), Casablanca (ritmos) y Argel (canción lenta nostálgica), en la que hicieron sus solos todos y cada uno con perfección, apreciando una vez más el sonido distinto de cada saxo.
Para finalizar, el argentino Astor Piazzolla, omnipresente en muchos conciertos actuales, nos puso “Contrabajissimo”, obra melódica que comienza con una cadencia del saxo barítono en la que nos hizo una muestra de virtuosismo Víctor M Martín, profesor en el Conservatorio Superior de Granada. Obra contemporánea, al igual que la anterior de Iturralde, bien lograda por los artistas, con un arreglo original, en la que todos pusieron su saber en las partes solistas.
El público premió a los intérpretes con muchas palmas y el silencio necesario para la escucha perfecta, sobre todo en los pasajes pianos, hicieron una noche perfecta, que lograron los músicos con su gran actuación.
Tuvimos un bis, de”Memorias” de P. Iturralde “Retour”, dos minutos, magníficos, un buen sabor a saxofón.
El fondo del escenario lucía una luminotecnia azulada muy simple, pero bien conseguida por el equipo técnico del teatro, que resultaba mejor que el negro que se viene utilizando en los conciertos. Me lo comentaron varios asistentes.
Y hasta mañana en el Centro Filarmónico, con un pianista también jienense.
CONCIERTO DE PIANO DE JOSÉ ALBERTO MARTÍNEZ MOYA.
Ayer día 22 el Centro Filarmónico también se llenó de aires musicales jienenses. La nueva Junta Directiva ha instituido una Temporada de Conciertos que con el nombre de Noches Filarmónicas pretende llevar a su Sala de Conciertos, una serie de ellos abiertos como siempre al pueblo de Cabra y en la que veremos desfilar a distintos intérpretes y grupos bien foráneos o locales.
El primero de estos conciertos ha estado a cargo del fino pianista de Chilluévar (Jaén), JOSÉ ALBERTO MARTÍNEZ MOYA, joven que en pocos días alcanzará el Título de Profesor Superior de Piano en el Conservatorio “Victoria Eugenia” de Granada.
El pianista fue presentado por el actual Presidente de la Casa D. Vicente Valverde García, al tiempo que inauguraba las Noches Filarmónicas, agradeciendo la colaboración del Ilmo. Ayuntamiento y a los presentes, su asistencia.
José Alberto, según su curriculum ha estudiado en Cazorla, Jaén y Granada y ha colaborado con distintas orquestas, habiendo actuado en el 56 Festival Internacional de Música y Danza de Granada en el FEX (Festival Extensión). Paralelamente a sus estudios de piano ha cursado los de acordeonista y ya ha dado numerosos conciertos con este instrumento por toda España, ganando varios concursos. Esperamos oírlo también en Cabra con su acordeón, instrumento actualmente menos escuchado. Podría ser.
El concierto que tocó fue un monográfico de Federico Chopin, preciosidad donde las haya, que nos dejó a todos en un éxtasis de silencio y sublimidad. Nos hizo primero Polonesa KK IIA nº 1 en sol menor y tres Polonesas Op. 71 (I Nº 1 en re menor - II Nº 2 en SI BEMOL MAYOR – III Nº 3 en fa menor). El público estaba tan absorto en lo que oía que no se atrevió a aplaudir hasta finalizar este bloque de 4 polonesas, lo que fue de agradecer, pues no se rompió la magia de lo que allí estábamos presenciando. ¡Qué delicadeza!¡Qué finura!¡Qué interpretación! Y llegaron los aplausos merecidísimos. Entraron a la Sala los rezagados.
Luego lo que todos conocemos: el Andante spianato y Gran Polonesa Brillante Op. 22 en MI BEMOL MAYOR. El andante nos transportó al éter y la Gran Polonesa sirvió para que el intérprete demostrara como maneja el teclado en situaciones más comprometidas. Los bravos no se hicieron esperar. Y finalizó sus más de 60 minutos de “danzas polonesas”, en las que la presencia de su ritmo y la variación de las melodías según composición y tonalidad que fue la tónica, con la Polonesa Op. 44 en fa # menor que fue dicha igual que todo el concierto con pulcritud.
El Kawai del Filarmónico sonó bien, pese a ser un “todo terreno” en la sociedad, pues lo mismo sirve para conciertos que para ensayos o estudio de alumnos.
Las muchas palmas nos concedieron un bis, el Andante spianato, que dejó en el ambiente como una especie de “sueño chopiniano” con el que nos despedimos de esta primera Noches Filarmónicas, que esperamos disfrutarlas en otros conciertos venideros.
Quien no asistiera puede escucharlo por Atalaya TV que grabó el evento y comprobará que lo que he dicho corresponde a una realidad.
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