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Centenario de la Romería de Votos y Promesas
02.09.13 - Escrito por: Carmina Alcázar Rojas | Manuel Pérez Polo
 A continuación, les ofrecemos el texto íntegro de la Conferencia que, con motivo del Centenario de la Romería de Votos y Promesas en el Santuario de María Stma. de la Sierra, impartieron Carmina Alcázar y Manuel Pérez a los que desde "La Opinión de Cabra", que ha recogido en sus páginas la Centenaria Historia de esta Romeria, agradecemos su colaboración para su publicación en este medio. El acto se celebró en la Iglesia de San Juan de Dios de nuestra Ciudad y fue presentado por el periodista de Canal Sur Televisión, el también egabrense Gerardo Ortiz.
Autoridades, Sr, Consiliario, Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de la Sierra, Sras, y Sres, amigos todos, buenas tardes y gracias por su presencia.
Gracias a nuestro querido presentador, Gerardo Ortiz, gran amigo, compañero de los Medios, y como todos Vds, conocen, un excelente profesional. Sin duda en sus palabras se ha dejado llevar por la amistad y cariño que siente hacia nosotros. Gracias Gerardo y que la Virgen de la Sierra te lo premie como mereces.
También en este capítulo de agradecimientos a Rafael Sabariego, que con sus excelentes cualidades musicales ilustrará este recorrido por la historia de la Romería. Gracias Rafa.
Estamos en el año de la fe. Con la fe y devoción que siempre hemos tenido hacia nuestra Madre a la que nos encomendamos cada día de nuestra vida, esperamos no defraudar a los que han confiado en nosotros. Cuando Vicente Rafael nos hizo llegar la petición de la Junta de Gobierno para cantar y contar lo que ésta efemérides significa, sin duda pensamos que era una gran responsabilidad puesto que se trata de una de las manifestaciones religiosas más sobresalientes de esta zona y de otros lugares fuera de nuestros contornos.
Por todo ello, con nuestro agradecimiento por considerar que podíamos estar a la altura de este acontecimiento, y con todo nuestro respeto y cariño hacia nuestra Madre y Patrona María Santísima de la Sierra, aceptamos este compromiso del que esperamos con su ayuda salir airosos de esta tarea. A Ella nos encomendamos.
AMOROSA MADRE
Claridad resplandeciente
en lo alto del empíreo
luz que brillas esplendente
más que el sol; cándido lirio.
madre y Virgen que en la sierra inmarcesible fulguras
y eres puente entre la tierra
y las divinas alturas,
brisa rocío ambrosía
dulce Virgen de embeleso,
con suavidades de beso
brota tu nombre: MARÍA
Virgen de nuestros amores.
madre Santa que en la tierra
recoges nuestros clamores
ruega, Virgen de la Sierra
por nosotros pecadores.
Escucha con santo amor
el canto que reverente
te ofrecemos humildemente
cual la más preciada flor:
¡MADRE AMADA DE LA SIERRA
NO NOS NIEGUES TU FAVOR!
Juan Aranda Roldán 1977
Se cumplen cien años de uno de los acontecimientos que han marcado la historia de la Archicofradía y de la devoción popular a nuestra Patrona. La Romería de Votos y Promesas. Un hecho que delimita un antes y un después en la propagación del fervor, amor y conocimiento de la advocación de la Sierra dentro y fuera de nuestras fronteras, siendo en el último siglo uno de los Santuarios con más Romerías y de los más visitados.
Cien años con sus pequeños y grandes momentos en la vida de los egabrenses y que han dejado grabados para la historia, nombres de personajes que han trabajado desde distintos ámbitos y aspectos por el mantenimiento y engrandecimiento de la religiosidad, fe y amor por la Virgen de la Sierra. Todos merecen nuestro agradecimiento.
Pero sin duda la persona a la que más se le debe el resurgir del fervor hacia la Virgen de la Sierra, fue D. Manuel Mora Aguilar, uno de los grandes Hermanos Mayores del siglo XX que ocupó el cargo durante 30 años desde 1.916 hasta su muerte a los 86 años el 20 de diciembre de 1946.
Este ilustre egabrense, tuvo una clara visión de cómo volver a levantar la devoción popular a la Virgen que había decaído en torno a los últimos años de mil ochocientos.
Bien es sabido que la imagen gótica de la Virgen de la Sierra está documentada en Cabra a mediados del siglo XIV y que según cuentan viejas crónicas, el Obispo Arcesindo y sus familiares ocultaron la sagrada Imagen en una cueva en la sierra durante la invasión árabe, y donde permaneció hasta su descubrimiento por un pastor que había estado cautivo de un caballero musulmán. El cautivo cristiano determinó fugarse, y atravesando montes y vericuetos vino a parar a las alturas de nuestra sierra donde pasó dos años.
Allí descubrió la cueva donde llevaba escondida la imagen de la Virgen siete siglos, según cuentan las viejas crónicas del lugar. Dio cuenta de ello al Obispo D. Lope de Fitero, y éste a su vez al Rey Católico D. Fernando, formándose a los pocos días una numerosa comitiva, en la que figuraban el obispo, el clero y muchos devotos. Corría el año 1.240
Este acto podíamos catalogarlo como la primera gran Romería hasta la Ermita, de las muchas que han ido sucediéndose años y siglos después, hasta nuestros días; pero en ésta, según cuenta la tradición, Fernando III el Santo, dejó como legado su bandera de combate que puso a los pies de la Divina Serrana, y la caja militar guerrera que había arrebatado a los moros en la conquista de Egabro. . Unos símbolos que se quedaron para siempre como parte de nuestra historia y tradiciones. ¿Quién no se emociona al ver revolear la bandera con sus colores triangulados, o al escuchar el sonido peculiar alegre y familiar del tambor como anuncio de la llegada de nuestra Patrona a su pueblo, o al regreso a su Santuario...
HIMNO A LA BANDERA
A partir de esas fechas fue tal la popularidad alcanzada, que la sierra se convirtió en un hervidero de personas que subían llenas de amor hacia la Virgen. Llegaban gentes de toda la Bética. ¡La aparecida! ¡La aparecida!. Comenzaron las peregrinaciones.. Allí en lo más alto del cerro se levantó una pequeña Ermita.
Los Gozosos Cánticos a nuestra Excelsa Madre así proclaman estos hechos en los siguientes versos:
Con resplandores de aurora,
con la brillantez más nueva COPLAS
se apareció en esa cueva
la divina precursora;
este pueblo que os adora
no tiene dicha mejor;
Madre Amada de la Sierra,
no nos niegues tu favor.
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Quisiste que en esa altura
tu templo se fabricase,
que con milagro se obrase
para que toda criatura
viera la luz más segura
en la montaña mayor:
Madre Amada de la Sierra,
no nos niegues tu favor.
A partir de entonces, fueron diarias las caravanas de gentes de distintos lugares que subían a la Sierra para prestar adoración a la Aparecida.
Por el año 1.310 se organizó canónicamente una Hermandad para dar culto a la Virgen. Miles de fervorosos devotos con hábitos blancos integraban las filas de aquella cofradía que dieron días de gloria a la Venerada Imagen.
En la sierra al llegar agosto la aglomeración era enorme. Durante los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, gozó de un desarrollo floreciente. Acudían de lejanos pueblos a la fama de la solemnidad. Algunos subían descalzos, otros de rodillas por el pendiente camino abierto en la peña viva que ciñe el alto cerro, a veces iba toda la familia junta. Los que podían llevaban pequeños borriquillos cargados con las ofrendas por los favores conseguidos.
En la cima se montaban tiendas de campaña, incluso la de la cofradía hecha de lona blanca y terminada con un gallardete rojo con el escudo de la imagen de la Virgen; había también puestos de garbanzos tostados y avellanas, y hasta gatillos de barro y otras figuritas. Era mucho más que una fiesta.
Hacia el año 1.603 se construyó un pequeño y sencillo edificio y más tarde hacia 1.626 se inició la construcción del Santuario que se terminó en 1.683. Ese año, al parecer hubo una romería el 18 de Agosto a la que asistió todo el pueblo y el ayuntamiento sufragó una comida para todos los asistentes.
En el siglo XVIII cuando el estilo barroco invade las iglesias de Europa, se le encarga al arquitecto y retablista de la época, Melchor Aguirre que por aquel entonces vivía en Cabra, que llevara a cabo la realización del Camarín de la Virgen y al parecer también la imagen del Niño que tiene en brazos.
Sin embargo, al llegar el siglo XIX llegaron también los cendales técnicos de la decadencia cuando la Virgen la bajaron a Cabra y permaneció muchos años en la iglesia Mayor Parroquial donde recibía culto en una de la capillas laterales.
En el templo, apartada de la montaña, de la Cueva y de la Ermita; apagados los brillos sobrenaturales, se veía a nuestra Remediadora en la capilla de San José, tan modesta, que rayaba en la pobreza..
Los peregrinos que subían a la sierra desde los más diversos lugares de nuestra provincia a visitar a la Virgen y cumplir sus promesas y no la hallaban en su ermita, les provocaba una decepción tal, que poco a poco hizo que desistieran en su empeño de subir hasta el Picacho.
El Camarín vacío, la Santa Casa triste, el edificio se fue deteriorando con el paso del tiempo quedando en ruinas el Santuario.
Atrás quedaron los carros cargados de trigo, los cajones de velas, las donaciones en metálico y los exvotos de las promesas. La devoción y el fervor de los pueblos limítrofes se iban debilitando.
Por otro lado al estar tanto tiempo en Cabra la Imagen de la Virgen de la Sierra, esto hizo también que la devoción y el fervor de los egabrenses se fuese apagando poco a poco y recibiera el mismo culto que las demás imágenes que había en el pueblo.
Se pasó, de que la Imagen de la Virgen permaneciera siempre en la Sierra y sólo bajara a Cabra para implorarle su favor por cualquier calamidad, (incluso su fiesta de septiembre se celebraba en el Picacho), a quedarse siempre en la Parroquia de la Asunción y Ángeles.
Entre otras causas querían preservarla de los desórdenes de esos años. La difícil situación política y social y religiosa que se vivió en ese siglo, afectó también al culto de la Virgen.
Es aquí donde aparece el nombre del que fuera el gran impulsor de la devoción y fe a nuestra Santísima Madre de la Sierra y de su Santuario en el siglo XX: D. Manuel Mora Aguilar.
El, con un grupo de personas consigue dar un vuelco a la situación y al estado ruinoso del Santuario.
En el año 1.906 inició una intensa campaña en favor de la Casita Blanca, desde las columnas de "La Voz del Pueblo".
Al desaparecer el semanario, tuvo la feliz idea para seguir con su objetivo de levantar la devoción popular hacia la Virgen de la Sierra, de fundar un nuevo periódico. D. Manuel Mora Aguilar supo entender que la mejor manera de llegar a la gente, la forma más eficaz de introducirse en todos los hogares, era mediante hojas impresas que llegaran a todas las manos. Y creó "La Opinión" decenario de La Virgen de la Sierra, que se preocupó de difundir todo lo relacionado con nuestra Patrona, sus cultos y actividades en la Sierra y de su cofradía. Por fin había un Medio de Comunicación, algo en lo que Cabra siempre fue pionera, que sirviera como portavoz y vehículo aglutinador de la devoción a María.
El primer número de La Opinión apareció el 17 de marzo de 1.912. El primer objetivo, mejorar el Santuario del estado en que se encontraba y que la Virgen volviera a la sierra.
El Santuario poco a poco fue cobrando vida de nuevo con el esfuerzo inusitado de todos, y el interés puesto por la Junta que regía la Archicofradía, entre ellos, D. Manuel, Mora Aguilar. Se funda la hermandad de la Lámpara que se encargaría después de varios siglos, que la llama de aceite permaneciera siempre encendida para iluminar a la Virgen, después de varios siglos de olvido por su prolongada estancia en Cabra. Algo sin duda que fue un gran error, ya que Nuestra Señora de la Sierra era la única advocación mariana que durante siglos en Andalucía recibía pleitesía de los fieles en la corona de una montaña.
Todo empieza a moverse. Desde las páginas de la Opinión se anuncia una campaña para recaudar fondos y conseguir el bronce necesario para hacer una campana para el Santuario. Al parecer una gran parte de las donaciones llegaron de la población cercana de Zuheros.
El párroco de la Asunción y Ángeles, ofreció unos bancos retirados de la parroquia para que una vez restaurados, se pudieran utilizar en la Ermita de la Sierra que no tenía. También hubo, según algún artículo del periódico, particulares que ofrecieron sillas para la ermita.
Por fin, la Imagen retornó al Santuario el 18 de noviembre de 1.912
Ya estaba en la Sierra. Ahora había que atraer a los miles de peregrinos no sólo de Cabra, sino de los pueblos de la comarca que habían dejado de acudir: Carcabuey, Zagrilla, Priego, Zuheros, Doña Mencía, Luque, Nueva Carteya, Montemayor, Fernan Nuñez, Baena, Espejo, Montilla, Valenzuela y tantos otros que sentían una gran devoción por nuestra Madre y Patrona..
De nuevo se pone en marcha la Junta de la Cofradía para que los devotos tuvieran al menos un día al año para cumplir sus promesas. Se lanza la idea a través de las páginas de La Opinión. Hacer una Romería de Votos y Promesas.
La idea es muy bien acogida por los lectores y suscriptores del periódico y en bastantes números se publican cartas recibidas desde distintos lugares aplaudiendo el proyecto.
Por lo curiosa hemos escogido una carta fechada en Sevilla que firma Francisco González. En ella, señala textualmente su entusiasmo por nuestra Patrona, su fe en el Santuario y cerro de los milagros, y el cariño dice al pueblo en el que nació.
Indica que había ido a Écija y al volver encontró a la familia sublevada por la convocatoria de la gran romería, y dice que todos quieren ir; como son ocho, para mayor comodidad llevará la tienda de campaña que usa en los trabajos de campo, y que puede que al final con su hija casada y familia sean de 12 a 14 devotos. Y sigue, "esto es muy hermoso pero casi una ruina para los papis de familia numerosa".
El Sr. González, hace una petición al director del periódico en la que señala si sería factible conseguir de la Compañía "Ferrocarriles Andaluces", billetes reducidos para los peregrinos, y con una rebaja según la importancia de los grupos.
Termina la carta animando a que siga la Cofradía por el camino emprendido, sin desmayo en esa activa propaganda a fin de que, nuestra Virgen y su incomparable sierra recobre el antiguo esplendor y llegue a competir en popularidad con la Pilarica y tantas otras de gran veneración cuyos Santuarios no cuentan con las bellezas naturales y atractivas de ese.
A la petición de la rebaja en los trenes. La Junta directiva de la Cofradía señala en una nota que han hecho las gestiones para que se apliquen a los peregrinos precios económicos, concretamente de la tarifa especial X número 17.
La Opinión realizó también como promoción unos sobres alusivos al acontecimiento.
Concretamente la publicidad decía: Preciosos sobres timbrados con el anuncio de la gran romería de votos y promesas que tendrá lugar los días 23 y 24 de agosto en la Ermita de la Patrona. Contienen el fotograbado del Santuario, de la cueva y varias vistas del picacho. Como medio de publicidad se invita a los devotos fervorosos de la bendita Virgen, usen estos sobres en las cartas que salgan de Cabra. De venta en la imprenta de este semanario. Calle Juan Ulloa 44.
Y en otro número se indica además, "que se han hecho bonitos carteles con precioso fotograbado de la Patrona; y añade: Los devotos deben colocarlos en sitios visibles de sus casas de campo, huertas, fondas, paradores, comercios y lugares donde concurran muchas gentes.
Se invita a los fieles a propagar por este medio la fe y amor a la bendita Virgen.
Formas y maneras de intentar llevar el mensaje de esta importante cita en el picacho, para una romería que nació hace ahora cien años. Empezaba una nueva forma de convocar y aglutinar a todos los devotos marianos de los más alejados confines en torno a María Santísima de la Sierra.
Los distintos Medios de Comunicación, escritos primero, y hablados después, la Radio, "la emisora de Cabra", como se la conocía en toda la comarca, hasta los Medios audiovisuales más tarde, y los de nuevas tecnologías, han jugado desde entonces, un papel preponderante en la historia de la romería y en su difusión, y sin duda han ayudado a que hoy estemos celebrando los cien años de la misma.
Pero volvamos al momento crucial. ¡Por fin llegó!. Después de todos los inconvenientes, dudas y preparativos, los días 23 y 24 de agosto de 1.913 tuvo lugar el suceso trascendental, que marcó un antes y un después en el siglo XX de la historia de la Archicofradía; ¡La Gran Romería de Votos y Promesas!...Algo que significó el resurgir de la devoción popular a la Virgen que ha ido aumentando a lo largo de los años. La devoción y la Fe la habían salvado.
Gentes de todas partes llegaban a cumplir sus promesas, algunos hacía según hemos podido leer hasta diez años que habían hecho sus promesas a la Virgen y esperaban ese momento para cumplirlas
Se iban recibiendo a los peregrinos el sábado por orden de llegada de los pueblos; a la cabeza los síndicos con las banderas de los lugares de procedencia. A las diez de la noche se rezó el rosario solemne a gran orquesta y los cánticos coreados por los devotos concluyendo con una solemne salve.
A las diez de la mañana del día siguiente gran función religiosa con sermón, a cargo del Sr Arcipreste y cura Párroco de la Asunción y Ángeles, D. Andrés Caravaca.
Acabada la función, la procesión con la venerada imagen por las rondas del Santuario. En el mirador la salve solemne.
Luego vendrían las rifas de los objetos donados por los devotos. Algo que desapareció con el paso de los años. Los regalos, algunos un tanto curiosos. Estaba muy generalizado que las mujeres de la casa, de la casería, cortijo o huerta, criaran con exquisito esmero una maceta de albahaca u otra planta, un racimo de uvas, que bien preparadas se rifaban Había también otros objetos como espejos, jabón, colonia, pitilleras, tabaco, vino .
En las mandas los peregrinos donaban desde una cuartilla de trigo, a distintas cantidades en libras de cera para alumbrar, algunos su equivalente en dinero, y hay quien hace efectivo el importe de dos jornales, con sillas para el Santuario; hay quien entrega, desde una a dos pesetas, a cinco pesetas, los más pudientes veinticinco pesetas, para agradecer de esta forma a la Virgen los favores recibidos.
Ese mismo 24 de agosto de 1913, la Junta directiva acuerda establecer en el Santuario un álbum o libro de firmas, para que los devotos pudieran consignar en sus visitas los pensamientos, o frases, que quedarían escritas para el futuro. En el libro se hace constar los nombres de los miembros de la Junta Directiva de la Cofradía, cuyo Presidente-Hermano Mayor era D. Rafael Lama Leña, y arcipreste D. Andrés Caravaca; y los de las primeras autoridades del pueblo. A la cabeza el alcalde D. José de Silva.
Se piensa establecer además registro de concurrentes a la ermita, indicando sus procedencias, y cuadros con donantes en especie, empezando por los 24 devotos que mantienen la lámpara de aceite del Santuario.
Si hablamos de los milagros, son muchos los atribuidos a nuestra Virgen y Patrona a lo largo de los siglos. El que les comento según reseña La Opinión, ocurrió en esta Romería de 1913. Al parecer un niño de once años Manuel Vergillos Jiménez, se despeñó por los Miradores quedando inconsciente, como muerto sobre unas rocas. La madre se encomendó a la Virgen de la Sierra y el chico volvió en sí, con unos simples rasguños y hematomas.
La I Romería de Votos y Promesas que vino a llenar el vacío de las que antaño tenían lugar, fue un auténtico éxito. La Virgen en lo alto de la montaña volvía a ser punto de referencia y devoción de todos los pueblos, campos y cortijos de la comarca y del pueblo egabrense, que con auténtico amor siguió encomendándose a su Madre y Patrona.
Pueblos, Villas y ciudades PLEGARIA DE LA CORONACION
Apartadas y vecinas, (L. Bedmar)
A vuestras puertas divinas
Dedican sus voluntades,
Y en devotas hermandades
Vienen con insignias bellas
Haciendo el monte con ellas
Y con infinitas luces
Un sacro bosque de cruces
Y un nuevo cielo de estrellas.
El mes de agosto ha sido pues muy importante para la devoción mariana en Cabra. Fue en el mes de agosto de 1.908 cuando Pio X declaró oficialmente a la Virgen de la Sierra Patrona de nuestra ciudad, aunque los egabrenses desde siglos atrás la consideraban su Madre y Patrona. Y fue también en agosto del año 1.958 cuando el ayuntamiento de Cabra en sesión plenaria nombra a la Virgen de la Sierra alcaldesa perpetua de la ciudad.
Llegamos a 1.916, ese año es nombrado Hermano Mayor D. Manuel Mora Aguilar.
En la Romería de Votos y Promesas de ese mismo año, se bendijo la campana grande del Santuario, la popular, denominada también la de los corazones de todos los hijos de la Virgen. Se fundió en Torredonjimeno y se realizó mediante una colecta popular. Fue bautizada con el nombre de "María de la Sierra".
Esta Romería ha sido siempre una de las fechas destacadas por la Archicofradía en el último siglo para llevar a cabo estrenos y presentar muchas de las realizaciones acometidas en el Santuario o sus aledaños.
Una de las más esperadas fue la inauguración y bendición del aljibe que ocurrió el 20 de agosto de 1.944. Por fin había agua en el Santuario. Desaparecían las tinajas las aguaderas los cántaros y los matagallos de los corchos que los tapaban, y el acarreo de agua desde la Viñuela. El aljibe con capacidad para ciento veinticinco mil litros de agua era más que suficiente. Una placa alusiva recuerda este importante hecho.
Este acontecimiento y dicha Romería fue descrita y narrada para todos los oyentes de España y América por Radio Nacional de España, según recoge el periódico la Opinión en su número extraordinario de Septiembre de ese año 1944. La Radio marcaría aquí su primer hito en la importancia que este Medio de Comunicación años más tarde alcanzaría desde Cabra en la difusión del amor y devoción de toda esta comarca por su Virgen de la Sierra.
La Romería de Votos y Promesas fluctuó en su celebración durante cuarenta años en distintos días del mes de agosto, hasta que la Cofradía decidió en el año 1.953 que fueran los días 14 y 15 de agosto festividad de la Asunción de la Virgen, cuando se celebrase.
Al cumplirse los veinticinco años, la Romería, en 1.937 en plena Guerra Civil, tiene un carácter netamente devoto y piadoso según las crónicas. La recepción de peregrinos de otros pueblos como Luque o Zuheros no alcanzó la importancia de otros años. En algunas cartas se lee que por encontrarse algunos hijos en el frente de batalla no pueden acudir a cumplir con sus promesas.
En las bodas de oro de la Romería, que se celebró en el año 1.962, la Virgen estrenó el manto de terciopelo azul marino bordado en oro fino donado por D. Antonio Méndez Córdoba.
Como cosa curiosa, la tarde noche del día 14, tras la celebración de la Misa y rezo del Santo Rosario, en el Patio del Santuario se pudo ver un programa de TV, algo que entonces no era muy fácil y se consiguió gracias a una conocida firma egabrense. La gente lo pasó muy bien, y a pesar del fuerte viento que al parecer reinaba, se quemaron fuegos artificiales que fueron del agrado de la numerosa concurrencia.
Al día siguiente, tras la celebración de la Eucaristía, en la que no faltó junto a la Escolanía la prodigiosa voz de Carmelita Moreno, que ya era elemento fundamental en todas las celebraciones en torno a nuestra Patrona María Santísima de la Sierra, salió en procesión como cada año la Virgen a hombros de los fieles, que se disputaron el honor de poder llevarla.
El 15 de agosto de 1.967 se abre al tráfico la carretera de la ermita tras las obras de reparación y asfaltado de la misma.
Con gran devoción iban transcurriendo las distintas romerías hasta llegar a los 75 años, las bodas de platino de la Romería. Era el año 1.988. Año Santo Mariano. Millares de personas de toda la comarca se dieron cita en la Casita Blanca para dar gracias a la Virgen, o pedirle su consuelo y ayuda.
Desde la madrugada se repetía la tradicional estampa de las largas filas de fieles devotos que por diferentes caminos se dirigían al Santuario.
Ese año la Cofradía realizó unos corbatines para colocarlos en las banderas o estandartes que el Sr. Consiliario, D. Manuel Osuna bendijo, y que se entregaron a los distintos representantes de las Hermandades filiales y Gremios, mientras la Banda de Música interpretaba la Casita Blanca del Maestro Rodríguez López
El templo estaba abarrotado de fieles y muchos tuvieron que seguir la Eucaristía desde la Pantalla instalada en el patio. La misa estuvo cantada por el Coro del Centro Filarmónico Egabrense.
En el Ofertorio, le fue impuesta a la Virgen una María de Oro obsequio de la Archicofradía con motivo de la efemérides y del Año Santo Mariano. El Hermano Mayor D. Gonzalo Casas, entregó también un artístico pergamino como reconocimiento a título póstumo, al fundador de la Romería D. Manuel Mora Aguilar, que recibió su hijo D. Manuel Mora Mazorriaga, y al Capellán del Santuario D. Manuel Osuna una placa por su labor.
La Virgen salió por los alrededores de la ermita rodeada de miles de romeros venidos de todas partes, y acompañando tras de la Virgen, la Banda de Música de Cabra. En los Miradores, la popular Salve fue cantada por el Centro Filarmónico Egabrense.
Todo un acontecimiento que quedó también para la historia de la romería y que vivieron los miles de devotos que hasta la Sierra subieron con fe, alegría y amor a postrarse a las plantas de la Divina Serrana, para contarle sus problemas, pedirle ayuda o mostrarle su agradecimiento por los favores recibidos.
Uno de los grandes poetas populares del siglo XX que ha dado Cabra, y que supo captar con arte y gracejo los lugares, y hechos más importantes de esta tierra, fue sin duda Manuel Ruiz Madueño. Así describía en el año 1.945 la Romería de Votos y Promesas.
La luna, faro de plata ORACION A MARIA (Maestro Moral)
de aquella noche agosteña,
va guiando a los devotos
a la Ermita de la Sierra,
por entre los encinares
donde crecen gayomberas,
flores de juncia y romero
y zarzas de esparragueras,
que clavan sus largas púas
en piés descalzos que besan
aquellos rotos caminos;
las empinadas "vereas"
por donde van los romeros
cumpliendo aquellas promesas
que a la virgen le ofrecieron
en sus horas de tristeza.
Allá a los lejos se escuchan
las campanas de la iglesia,
donde la Imagen Sagrada
de la Virgen de la Sierra
bendice los sufrimientos
que van pasando por Ella
aquellos devotos hijos
que con amor la veneran.
Al llegar la madrugada,
el aire sube unas quejas
de un peregrino que va
con las rodillas en tierra
y con los ojos mirando
la danza de las estrellas,
que juegan al escondite
entre las agrestes peñas.
¡Sube, sube peregrino,
ya es poco lo que queda!
La Virgen te premiará
la penitencia que llevas,
y tus plegarias serán
el bálsamo de tus penas.
Hasta ti llegan las coplas
de las mozas que te esperan
para curar las heridas
que en el camino te hicieras.
También te espera la Virgen,
¡arríba no te detengas!
Sube, sube peregrino,
un poco más, y ya llegas;
mira las blancas paredes,
mira las mozas que juegan;
todas vienen hacia ti
con sus pañuelos de seda.
¿No ves aquella mocita
tan guapa, tan zalamera,
con qué gracia te ha obsequiado,
con agua de la Viñuela...
¡Mira, aquella que no ríe,
de todas es la más buena,
y está llorando por ti:
Es la Virgen de la Sierra!...
(Ruiz Madueño 1945)
En el año 1.990 fui requerido para ocupar el honroso cargo de Presidente de la Archicofradía. Tuvimos el gran honor y la enorme responsabilidad de estar al frente de la misma durante doce años. Tarea aunque ilusionante, no exenta de dificultades, pero gracias al magnífico grupo de personas que estuvieron en mi Junta de Gobierno y a sus Camareras, todo se desarrolló con normalidad y con espíritu de amor y entrega a Nuestra Patrona.
Llegamos en unos momentos en los que la Jerarquía eclesiástica entendía que la Cofradía de María Santísima de la Sierra debía tomar otro rumbo que marcara la espiritualidad que se pretendía, y que esta Institución siete veces centenaria había sabido preservar con prudencia, auténtico amor y veneración a la Madre de Dios, hasta llegar a nuestros días; promoviendo y divulgando la devoción a la Santísima Virgen.
Atención especial y principal para el fundador de la Romería de Votos y Promesas fue el Santuario. Nosotros así lo entendimos también.
La Casita Blanca, como la llamamos cariñosamente los hijos de este pueblo, debía seguir siendo el lugar ideal para venerar a la Reina de todos los egabrenses, y para difundir su devoción; pero además de ser el Centro Geográfico de Andalucía y donde tiene cobijo una de las más antiguas advocaciones Marianas andaluzas, tenía que ser un lugar cada vez más encantador y acogedor tanto para los creyentes como para los que no lo son.
En esos doce años que desempeñamos el cargo al frente de la Archicofradía, fueron muchísimas las realizaciones que pudimos llevar a cabo, naturalmente porque contamos con la colaboración de toda La Junta de Gobierno y de las Camareras de la Virgen, cada cual con sus responsabilidades, pero básicamente, por la respuesta de los devotos de María Santísima de la Sierra ante nuestros requerimientos. Como ha sido siempre. Como lo hicieron con la Junta que presidí, y como estamos seguros va a seguir siendo; los egabrenses y todos los devotos de la Virgen estarán prestos a la llamada que se les haga con el único objetivo de divulgar, difundir y dinamizar la devoción y el culto a la Madre de Dios y Madre Nuestra.
Naturalmente una de nuestras primeras intervenciones fue precisamente en la Romería que nos ocupa, a la que llamábamos la Romería de las Romerías. Es verdad que junto a la de la Candelaria o la Bajada y Subida de la Virgen, es responsabilidad total de la Cofradía su organización.
El quince de agosto junto al ocho de septiembre, son las fechas que más contenido Mariano y devocional tienen para todos los fieles devotos de la Virgen de la Sierra.
Este día de Votos y Promesas se respira el espíritu que su fundador quiso dar a esta fiesta.
En estas Jornadas hemos vivido experiencias que no olvidaremos jamás. Anécdotas que a lo largo de esos doce años se fueron sucediendo. Muchas de ellas nos fueron contadas en la mesa de mandas donde se entregaban los donativos. Nos hablaban de la protección que habían experimentado implorando la intercesión de la Paloma Blanca para la resolución de alguno de los problemas que en la vida se nos presentan.
Recuerdo un hecho que nos estremeció a todos, Camareras y Junta de Gobierno. En el cambio de Manto que tras esta Romería se efectuaba, encontraron un pequeño papel que sujeto con un imperdible estaba prendido al forro del Manto. Me lo entregaron, y en él podía leerse la plegaria desesperada de una madre implorando ayuda a la Virgen para un hijo que estaba atrapado por la droga. Se expresaba más o menos en estos términos. "Madre mía, yo se que Tu puedes, que hablarás con tu Hijo y le pedirás lo que necesito para el mío. Madre Amada de la Sierra, no me niegues este favor."Como esta petición muchas más y otras de agradecimiento por la ayuda recibida.
Es de esta forma como hemos podido experimentar que ciertamente la Santísima Virgen de la Sierra está ahí siempre pendiente de nosotros, atendiendo a sus hijos, protegiéndonos con su manto, escuchando nuestras plegarias, haciendo no solo milagros portentosos y espectaculares como narra la historia, sino también esos pequeños milagros que posibilitan la felicidad del día a día y que a la vez que hacen crecer y enraizar la fe en la Madre de Dios, ayudan a mejorar y cambiar la vida y el mundo.
Fueron muchas las satisfacciones experimentadas y los momentos de alegría junto a la Virgen en esos doce años. Tuve el honor y la suerte de vivirlos doblemente. Desde la radio pude contar y cantar en directo o en reportajes todo lo que encierra esta Romería, y hacer que desde las Ondas llegase hasta el otro lado del Atlántico el fervor y la devoción Mariana de este pueblo.
Como Camarera de la Virgen, viví momentos muy emotivos junto a mis compañeras, tan cerquita de la Virgen a la hora de vestirla y con el Divino Niño en brazos. Son sensaciones que no se olvidan...
Me vais a permitir que recuerde cuando le confeccionamos y donamos el Manto de seda color marfil brocado en oro, con vestido, corpiño, y trajecito del Niño. ¡Qué buenos ratos!.. Ahí estaban las costureras más aventajadas, y las que quitábamos hilvanes...Todas a una hasta verlo terminado.
Fue un obsequio de toda la Junta de Gobierno. Lo estrenó la Virgen que por cierto estaba guapísima en la Romería de Votos y Promesas de 1.992.
No es nuestro deseo poner de manifiesto lo realizado en esa etapa, pero sí resaltar la importancia de esta centenaria Romería que siempre ha sido una fecha elegida por la Cofradía para presentar algunas de sus más significativas realizaciones.
Un día que también fue memorable, en la Romería del año 91 fue cuando se inauguró la farola central de la explanada y el resto de faroles que rodean la ermita.
En esa misma romería se presentaron las primeras Colgaduras para engalanar los balcones en las calles de Cabra con la efigie de la Virgen en sus andas solemnes.
En la romería de Votos y Promesas del año 1.994 después de más de año y medio que duró su restauración, se vio colocado y terminado el precioso retablo de Santa Ana.
Para completar el conjunto se restauró la imagen de Santa Ana que se expuso en la Sala de Columnas de la Casa de la Cultura y fue bendecida en una solemne Eucaristía en el Santuario, el día 11 de agosto del año 95.
También por lo delicado del proyecto duró algún tiempo la restauración de los zócalos del Camarín de la Virgen muy deteriorados por el paso del tiempo y la humedad; se hicieron dibujos y esbozos y se logró hacer una réplica exacta.
Por ceñirnos a lo más destacado realizado en los meses de agosto dentro de los que es la Romería de Votos y Promesas, podemos recordar la realización de las obras de la Sacristía en el año 99. La construcción de la Ráfaga y Media Luna de plata para la Virgen en su Camarín, como la que tiene en sus Andas solemnes del ocho de septiembre. La restauración de la imagen del siglo XIX del Santo Rey Fernando, que estaba retirada del culto en una de las dependencias del Santuario, y que tanto tuvo que ver en la devoción popular de este pueblo por su Patrona.
Terminaremos recordando la reconstrucción y subida de dos plantas de la Porciúncula de la Virgen existente a la subida de la Parroquia de la Asunción y Ángeles. Se llegó a un acuerdo con el constructor para evitar que con la creación de nuevas viviendas alrededor de la misma, ésta pudiese resultar dañada. Se inauguró en Agosto del año dos mil.
Nos consta, que todas las Juntas de Gobierno anteriores y posteriores que ha tenido y tiene en la actualidad la Archicofradía de la Virgen de la Sierra, a lo largo de estos cien años, han hecho lo posible por hacer coincidir la celebración de la Romería con la presentación de algunas de sus más significativas realizaciones.
En la actualidad, no tenemos nada más que llegar hasta el Santuario para comprobar las últimas obras realizadas en el interior de la iglesia que le han dado a la misma un aspecto mucho más regio. Todo ello unido al exhorno del patio y exteriores, harían sentirse orgullosos a esos primeros hombres que lucharon por engrandecer este lugar y su ermita.
Además las actividades que habéis programado que tendrán su momento cumbre el día 15 en el Santuario con la celebración de la Santa Misa y procesión presidida por el Sr, Obispo de Córdoba, y que culminarán el 22 de septiembre con el Rosario de la Aurora y la Imagen de Nuestra Patrona la Virgen de la Sierra recorriendo las calles de Cabra. Enhorabuena Agustín y compañeros de la Junta por la labor realizada.
De esta forma queremos dejar patente la importancia que desde su creación en el siglo pasado hasta nuestros días, ha tenido y tiene para la extensión de la devoción y amor hacia nuestra Madre y Patrona la centenaria Romería de Votos y Promesas.
Sabemos que todos los que hacia la Virgen se acercan, encuentran los ojos de una Madre dispuesta siempre a ayudar y velar por sus hijos y escuchar sus plegarias y peticiones. Por eso estamos convencidos que cuando este año, subamos a la sierra a postrarnos ante sus Plantas a implorarle con fe y devoción, no sólo por las necesidades de cada uno de nosotros, si no por todas las carencias y sufrimientos del resto de los humanos, la Virgen nos escuchará. Es mucha la pobreza, la miseria, y apuros en los que están inmersos muchas familias, como lamentablemente escuchamos cada día; pidámosle a la Santísima Virgen de la Sierra, Madre y Mediadora nuestra, que ayude a todos a salir de esta angustiosa situación; y a los gobernantes, que les ilumine en sus actuaciones, para que logremos una sociedad más justa e igual para todos.
Por eso pongamos todo nuestro afán y recogimiento cuando entonemos estos versos de la Salve Popular a nuestra Patrona desde los Miradores de la Sierra:
Oh, clementísima Aurora,
Oh, piadosísima Reina, SALVE POPULAR
Oh, dulce Virgen María
De la Sierra Madre nuestra,
Pues eres nuestra Patrona,
Por nosotros a Dios ruega...
Llegamos al momento de la despedida, o mejor, de la subida al Santuario. Todo está preparado. La Virgen de la Sierra, la Morenita, la Paloma Blanca, nos espera en el picacho de la Sierra. ¡Qué difícil es condensar lo que cien años de la historia y devoción de toda una comarca han ido dejando en el camino!..
Lo que de verdad nos queda, lo auténtico, de lo que no tenemos duda en proclamarlo a los cuatro vientos, es que Cabra es mariana, y en lo más alto en su cima, tiene su más preciado tesoro. Allí, en su Casita Blanca, guarda la Virgen de nuestros amores, el bálsamo precioso de todos los dolores. Nuestra Madre y Patrona, María Santísima de la Sierra. A ella, de todas partes, llegan hijos queridos, a darle gracias y a rezarle.
Subamos pues alegres y agradecidos a todos los que nos legaron esta gran fe mariana.
---------HIMNO DE LAS ROMERIAS (Rodriguez Lopez) ------------------------------
A la flor del romero, voy a la sierra, a cumplirle a la Virgen una promesa.
Los romeros van cantando por descarnadas sendas, mientras el cielo se enciende con las primeras estrellas.
¡Qué lejos está la Ermita, qué lejos pero que cerca
La ven con el corazón, todos los que en él la llevan!
" Juan de Escama", " Los Colchones" " El Chorrón" y la " Viñuela,"
Y un horizonte de coplas que entre pañuelos de seda se va acercando, acercando, donde la Virgen Morena, (que llaman Paloma Blanca), impaciente nos espera....
La Virgen de la Sierra, en el altar
En su dorado trono de los cielos;
En el fuego de todos los anhelos;
En el fuego de todos los anhelos;
En la florida tierra y en el mar.
En toda cosa y en todo lugar.
En nuestras alegrías y desvelos.
En las rutas del alma y en los vuelos
Que el sentimiento emprende para amar.
La Virgen en la espina y en la rosa,
Y en la vaga palabra rumorosa
Que dice el corazón e su aflicción.
La Virgen en la luz de una esperanza.
Por su divino amor, todo lo alcanza
El más desamparado corazón.
Muchas gracias a todos y Feliz Centenaria Romería de Votos y Promesas.
¡VIVA LA VIRGEN DE LA SIERRA ¡
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